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crisis del sahara

Trinidad Jiménez cree que condenar a Marruecos sin pruebas «tendría consecuencias»

Los grupos censuran que no aproveche su primera intervención en el Congreso como jefa de la diplomacia española para condenar a Rabat

AGENCIAS
MADRIDActualizado:

Intenso día para la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que se ha tenido que enfrentar a las preguntas de la oposición sobre la situación que se está produciendo en el Sáhara. En la sesión de control del Senado Jiménez ha afirmado que no hará ningún pronunciamiento sobre lo ocurrido en el campamento saharaui del El Aaiún mientras no tenga más información, porque, a su juicio, condenar la acción de Marruecos sin pruebas "tendría consecuencias".

La jefa de la diplomacia española ha señalado que "sin confirmación de los datos, un gobierno responsable no debe especular", por lo que ha recomendado esperar a los informes oficiales para saber lo sucedido y cuántas víctimas ha habido. "Los hechos tienen consecuencias, pero los pronunciamientos sin datos y desde la superficialidad también las tienen", ha advertido Jiménez, quien ha vuelto a pedir a Marruecos una investigación de lo ocurrido y que la prensa pueda informar desde El Aaiún. Además, ha añadido que a la vista de los acontecimientos, la "prudencia" con la que ha actuado el Ejecutivo "era la mejor consejera desde el primer momento". A su entender, aún no hay "pruebas fehacientes" para cuantificar el número de fallecidos, aunque ha remarcado que entre ellos hay tanto marroquíes como saharauis.

Las explicaciones de la ministra no han satisfecho a los senadores que la han interpelado, quienes han criticado la "falta de firmeza" del Gobierno para juzgar la actuación de Marruecos. El senador por Navarra del Grupo Mixto, Francisco Javier Tuñón, ha expresado su "decepción" por el "tibio" papel del Ejecutivo, al que ha exigido que "condene la violencia marroquí". Mientras que la La senadora del PNV Miren Leanizbarrutia ha lamentado que el Ejecutivo socialista haya dado prioridad a los intereses económicos con Marruecos, en vez de al respeto a los derechos humanos: "En lugar de democracia, hay una sociedad anónima y en lugar de Gobierno, tenemos un consejo de administración", ha dicho Leanizbarrutia.

Si esto ocurría por la tarde en la Cámara Alta, la mañana no ha sido más fácil para Jiménez, que se estrenaba en el Pleno del Congreso como ministra de Exteriores. Su silencio sobre la actuación de Marruecos en el Sáhara le ha supuesto la crítica al alimón de PP e Izquierda Unida. Los dos grupos han censurado que no aprovechara esa primera intervención como jefa de la diplomacia española para condenar a las autoridades marroquíes por el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui próximo a El Aaiún la semana pasada.

El diputado del PP Francisco Ricomá ha denunciado el "comportamiento bochornoso" y la "incapacidad" del Gobierno para estar "a altura de la responsabilidad" que España tiene con este territorio por su calidad de antigua potencia colonial, mientras que el representante de IU, Gaspar Llamazares, ha instado a la ministra a que repruebe la actuación de Rabat y pida una investigación, más aún teniendo en cuenta que entre las víctimas mortales de esta intervención hay un ciudadano español.

Debilidad diplomática

Ricomá ha advertido de que la referencia a lo sucedido hace ocho días en las proximidades de El Aaiún debería ser "obligada" en esta sesión de votación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011. En cambio, ha considerado que el Ejecutivo español "va dando palos de ciego" y ha "enfadado a todos los actores" en el conflicto, tanto a saharauis, como a marroquíes y argelinos. "Cuando Marruecos se salta las reglas del juego (...) no han movido un solo dedo para que sea debidamente reprimido, condenada su actuación e invitado a reconducir su actuación", ha criticado Ricomá, que ha denominado la política exterior de este Gobierno como la "diplomacia del avestruz" y ha advertido de que la diplomacia "no es mutismo", que equivale a "debilidad", sino "dinamismo y convicciones".

Llamazares ha mostrado su perplejidad por que la ministra "no diga nada" en el Pleno del Congreso al cabo de ocho días de la intervención marroquí, que se ha saldado con un número indeterminado de muertos (diez policías marroquíes y dos civiles saharauis, según Rabat y 36 víctimas mortales según testigos citados por el Frente Polisario). Ha advertido de que el Sáhara es hoy una "crisis", pero "mañana puede ser un conflicto" y considera que este contencioso se ha convertido en el "agujero negro" de la política exterior española además de "una moneda de cambio" en la estrategia buena vecindad con Marruecos. También la representante de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, ha defendido que el Parlamento debe solidarizarse con el pueblo saharaui y "condenar" la actuación marroquí.