Decepción asturiana

La sorpresa por la estrategia de Ferrari y la incredulidad ante lo que estaba sucediendo enYas Marina se tornó en una clara decepción tras dejar escapar Fernando Alonso y su escudería el título mundial. En una tristeza que muchos no pudieron contener. Hubo quien dejó escapar alguna lagrimilla y quien no pudo contenerse y estalló en llanto.

Estas sensaciones se pudieron ver con claridad en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, donde cientos de aficionados se reunieron para animar a su piloto, a Fernando Alonso. Una hora antes de que el recinto abriera sus puertas, los 'alonsistas' ya hacían cola. No querían perderse una cita que terminó como nadie se esperaba. Unos 1.200 seguidores del piloto asturiano se quedaron anonadados cuando vieron que Alonso no conseguía sacar adelante la carrera. Su bólido no era tal. Y el F10 se quedaba atrás. Lejos de los puestos que le daban al ovetense el título.

El rojo de la escudería de Ferrari y el azul de la bandera de Asturias se fusionaron una vez más. No solo en el auditorio ovetense. También en Abu Dhabi e incluso en Maranello, donde se instaló una pantalla gigante. No pudo ser esta vez y Alonso no pudo hacerse con el mundial en su primer año en Ferrari.

No fue un amuleto en esta ocasión la presencia del Rey Juan Carlos, quien compartía unos minutos con Fernando Alonso antes de iniciarse la carrera en Abu Dhabi. El monarca estaba paseando por la parrilla de salida del trazado emiratí acompañado por el mandamás de la F-1, el británico Bernie Ecclestone, y las autoridades locales, con el deseo de saludar al ovetense que, curiosamente, en ese momento no se encontraba en su monoplaza.

Al final se encontraron y el Rey le dio un apretón de manos para desearle suerte. No fue suficiente.