Un gol de Sambruno en propia puerta decide un duelo intenso

El derbi del Sancho Dávila fue deslucido por la lluvia. Además del agua caída durante toda la mañana, hubo que añadir una tromba de agua a inicios del partido que ya dejó más maltrecho si cabía el terreno de juego convirtiéndolo en un barrizal.

Fue imposible ver fútbol debido a la imposibilidad de rodar el balón. Un partido de fuerza y entrega por ambos bandos, cosa que fue de agradecer por el público asistente al encuentro. Resultaron pocas las oportunidades. En el minuto 15', es Selu quien dispara y detiene sin problemas Isaac. Más tarde, en el 18, el mismo futbolista dispara desviado culminando una jugada de la delantera local. Pero la mejor ocasión de la primera parte la tuvo Melchor, que elevó demasiado el balón al ver adelantado a Zamora. Corría el minuto 25' y en las postrimerías de la primera parte tanto Navarro como Sergio Berro lo intentaban tímidamente ante la meta de Zamora. Así llegó el descanso merecido por el esfuerzo realizado.

En el segundo tiempo se siguió con la misma lucha, se pensó que el esfuerzo de la primera parte cobraría factura a los jugadores pero nada más lejos de la realidad. Se jugaba de poder a poder, sin bajar la guardia. En el 52' era Sergio Beato quien de potente disparo rozaba la escuadra del meta local.

Y en el minuto 77', un centro por la izquierda de Salvi que no aciertan a rematar ni a despejar, el balón rebota en Sambruno y bate a Zamora, que ve impotente como sube el gol al casillero local.

El Puerto Real a partir de ese momento intentó contemporizar el juego y el San Fernando se lanzó con todos sus efectivos sobre la portería de Isaac. Los últimos minutos fueron de dominio isleño y en una jugada parecida al gol, en un rebote al despejar la zaga local, es Sergio Beato quien estuvo a punto de conseguir el empate.