El Gobierno francés dimite
Sarkozy adelanta la esperada remodelación del Ejecutivo al aceptar la renuncia en bloque, presentada ayer por el primer ministro
PARÍS.Actualizado:El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aceptó ayer la dimisión de su primer ministro, François Fillon, y precipitó una crisis de Gobierno anunciada el pasado verano para después de la reforma de las pensiones, recién promulgada. El calendario de la remodelación, previsto a partir mañana, se aceleró tras las declaraciones de Alain Juppé, antiguo jefe del Ejecutivo con Jacques Chirac, en las que dio a entender su regreso al gabinete, en el que se le asigna la cartera de Defensa.
Fuentes del Elíseo, citadas anoche por la edición digital del diario 'Le Monde', anunciaron que Fillon será confirmado hoy en el cargo con lo que se descarta la opción alternativa, que había perdido peso en las últimas fechas, de un relevo por el centrista Jean-Louis Borloo. Imágenes tomadas por las cámaras de televisión a través de las verjas del palacio mostraron al jefe del Estado despidiéndose prolongada y calurosamente del primer ministro dimisionario al término de su segunda entrevista del día.
Según los observadores, Sarkozy quiere formar un equipo gubernamental restringido a una quincena de carteras para afrontar los últimos 18 meses de su mandato. Entre las personalidades de peso político que se barajan para una misión con aires preelectorales puede causar baja la vascofrancesa Michèle Alliot-Marie, actual titular de Justicia, tras haberse encargado de Interior y Defensa.
«En aplicación del artículo 8 de la Constitución, François Fillon ha presentado al presidente de la República la dimisión del Gobierno», anunció a última hora de la tarde la presidencia de la República en un comunicado oficial. «El presidente de la República ha aceptado su dimisión y, en consecuencia, pone fin a las funciones del señor François Fillon», agregó la escueta nota, colofón a cinco meses de espera que dieron pie a variadas especulaciones sobre los nombres de los que podrían llegar a ser no solo jefe de Gobierno, sino titulares de las carteras de quienes han ido excluyéndose del futuro Ejecutivo.
Entre estos figura principalmente el ministro de Exteriores, el socialista Bernard Kouchner, a quien se da por seguro como baja en el Gobierno a pesar de que en octubre mostrara su «lealtad» al presidente pocas horas después de que un semanario revelara su intención de dejar el puesto. Kouchner, según la publicación 'Le Nouvel Observateur', había dirigido una carta a Sarkozy el pasado agosto en la que el ministro criticaba la «humillación» a la que supuestamente había estado sometido por parte del Elíseo.
Nada se sabe de momento del destino de otros hombres claves del Gobierno saliente, como el titular de Empleo, Eric Woerth, utilizado hasta el último minuto en los planes del Gobierno en la defensa de la reforma de las pensiones, a pesar de la polémica que envuelve desde hace meses su nombre por el escándalo Bettencourt. Entre los ministros hipotéticamente salientes figura el de Interior, Brice Hortefeux, cuya imagen quedó estrechamente unida en los últimos meses a los muy criticados desmantelamientos de campamentos de gitanos rumanos y búlgaros.