Ellas dicen que lo hacen por amor. Entre ellos, prima el deseo. No lo hablan con su familia y todo lo buscan en Internet. La precocidad también tiene sus peligros. :: JUAN CARLOS CORCHADO
INFORME UCA

Sexo en el instituto

Los jóvenes gaditanos están entre los más precoces de Andalucía, sólo por detrás de Sevilla. Un estudio de la UCA dibuja el perfil de los hábitos sexuales de los adolescentes

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Alas seis de la tarde hay sexo en la tele. Dos concursantes de 'Gran Hermano' se desahogan, entre jadeos subtitulados, delante de las cámaras. Los 'colaboradores' comentan la jugada sin ahorrarse un detalle. Aplauden la hazaña. Especulan sobre lo que ha podido o no ha podido pasar bajo las sábanas. La escena está al alcance de cualquiera. Hay sexo, también, en Internet. Y en los cómics, los vídeos musicales, las revistas 'teen' y las novelas de vampiros. En algunos casos, es un sexo 'soft', estético, más o menos disimulado. En otros, las imágenes y los textos dejan poco lugar a la imaginación. No se trata de un juicio moral. Se trata de la constatación de un hecho: sexo, sexo, sexo... En 2010 el sexo está por todas partes.

La serie de referencia entre los jóvenes españoles se llama 'Física o Química'. En el segundo capítulo de su temporada de presentación los alumnos y alumnas del instituto organizaban una 'pet-party'. Es decir, quedaban en un piso para beber y meterse mano. La excusa elegida era un juego absurdo al que ninguno de los chicos debía permanecer ajeno, a no ser que quisiera señalarse como el 'rarito' de la pandilla. Aquello trajo cola. La Confederación Española de Padres y Madres denunció «la visión estereotipada» de los personajes, y acusó a los productores de echar al traste todos sus «esfuerzos por difundir los riesgos de las drogas y las enfermedades de transmisión sexual». Otro colectivo nacional, Coapa, también pidió la retirada del formato por «hacer un flaco favor» a los que intentan educar en «valores y virtudes que no tienen nada que ver con ese mundo ficticio». Los responsables de la cadena se defendieron: la realidad, gustara o no gustara a los progenitores, y salvando los rigores de la trama y los trucos de guión, «es así».

¿Pero lo es?

Los tres últimos estudios 'serios' sobre los hábitos sexuales de los adolescentes españoles coinciden en subrayar algunas verdades incontestables. La más rotunda, refrendada por docentes, pediatras y psicólogos, es que la edad a la que se mantiene la primera relación sexual está cayendo en picado. Hace tres décadas, según datos del Ministerio de Sanidad, la media entre los hombres era a los 17,5 años, mientras que las mujeres esperaban a los 18,2. En 2003, ellos se estrenaban a los 16,4, y ellas a los 16,6. En 2009, nuevo récord: 15,8 para los chicos, 16,3 para las chicas. Y bajando... Pero atención: La Universidad de Granada y el Centro Madrid Salud, autores del informe correspondiente a 2009, se apresuraron a recordar que el cálculo de la 'edad media' significa precisamente eso, que hay muchos chavales que pierden la virginidad a los 17, pero que también hay otros tantos que lo hacen a los 13.

Dos años de trabajo, nueve expertos en distintas disciplinas y más de 2.200 encuestas han servido al Grupo Universitario de Investigación de la UCA, con sede en Jerez, para dibujar un perfil de comportamiento de los menores andaluces. Es el estudio sobre conductas y comportamientos de riesgo más reciente, cercano y fiable de cuantos se han realizado al respecto. Cádiz queda como la segunda provincia con mayor precocidad en las relaciones sexuales. Uno de cada cinco chicos y chicas de menos de 16 años ya ha mantenido relaciones sexuales con penetración. La primera es Sevilla, y la última, Almería.

Amor y deseo

El 20,5% de los jóvenes gaditanos en edad de estar en la Educación Secundaria Obligatoria (13-16) admite no ser virgen, frente al 24,3% de los sevillanos, el 18,1% de los malagueños o el 17,5 de los cordobeses. La última provincia es Almería, con un 10,5%. El 4,4% de los gaditanos dice haberlo hecho ya en Primero de ESO. El matiz de 'admite' no es gratuito. Ése es el porcentaje de adolescente capaces de reconocerlo, lo que hace pensar que la cifra es aún mayor. Aunque a estas alturas el sexo no se considera, ni mucho menos, un tema tabú entre los jóvenes, otra cosa es que sean sinceros al confesar sus hábitos más íntimos a un desconocido, a pesar de que el anonimato se da por supuesto. El estudio se reserva, en cualquier caso, un margen de error máximo del 2%.

De todos los menores de la provincia que han practicado el coito antes de los 16, un 60,7% declara que lo hizo con 14 años o menos.

En cuanto a otras prácticas sexuales, las edades de comienzo son 13,5 años para la masturbación propia o a la pareja, 13,8 años para felación y 14,2 años para el cunnilingus. El número de parejas con las que se ha mantenido relaciones es, de media, 1,9. Un 5,9 % afirma haber mantenido relaciones por Internet. Un 18,4 ha usado la píldora postcoital. El primer beso en los labios ya se adelanta a los 11,5 años. Como era de esperar, los motivos que 'invitan' a los chicos y a las chicas a perder su virginidad son distintos. Tres cuartas partes de ellas señalan al 'amor' como el incentivo fundamental que les decidió a dar ese paso, frente al 43,5% de ellos, en los que triunfa el término 'deseo'.

El psicopedagogo y experto en intervención con adolescentes Alberto Fernández remite al arranque del reportaje para apuntar algunas de las razones que explican el fenómeno de la precocidad sexual: «Todo les incita a iniciarse. La película más vista por alumnos de la ESO hace unos años fue 'Mentiras y gordas', un presunto fresco juvenil en el que sus iconos televisivos se pasaban hora y media practicando sexo en la cama, en la calle, en el baño de las discotecas... Si admiran a estos actores y admiran el rol que interpretan, lo lógico es que acaben atando cabos y piensen que, para ser 'normal', para 'estar en el rollo', hay que hacer lo que hacen ellos, aunque sea en la ficción».

La prohibición estimula

Y continúa: «Echas un vistazo a los ídolos musicales de masas de los últimos tiempos y... ¿Qué te encuentras? Un montón de quinceañeros que usan el erotismo 'light' en las letras de sus temas, en sus vídeos, e incluso publicitan los múltiples escarceos amorosos de su vida privada». En definitiva: «El sexo se ha convertido en un producto de consumo más, algo que ha pasado de ser 'importante' en la esfera de lo personal, a considerarse 'necesario' para encajar en el grupo».

Alberto Fernández está seguro de que la solución no pasa por «pretender mantenerlos al margen, a toda costa, de esos contenidos». «La prohibición, por regla general, estimula. Además, es completamente imposible controlar hoy en día el acceso a Internet, webs, foros, series, películas, novelas, revistas para adolescentes... Incluso así, ¿cómo evitarán los padres el bombardeo publicitario, el 'contagio' de actitudes en el círculo de amigos, etc...?». Y concluye: «La única solución fiable pasa por educarlos desde todos los ámbitos posibles y esperar que tomen las decisiones oportunas con responsabilidad». El propio estudio de la UCA subraya que «si algo ha cambiado en el concepto de la sexualidad ha sido su propio significado, de forma que la actividad sexual sin ánimo de reproducción y el placer derivado de estas prácticas tienen valor por sí mismos».

José Rodríguez Carrión, doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Educación para la Salud y director del GUI, explica cómo existen correspondencias directas entre todos los comportamientos de riesgo: el consumo de alcohol y drogas condicionan las estadísticas estrictamente relacionadas con las conductas sexuales. «Por ejemplo, en cuanto a las relaciones con coito, los habituales del botellón las practican en mucho mayor número (42,8%) que quienes prefieren beber en casa (13,8%)». O esta otra: «Casi un 9% de los jóvenes bebió alcohol o consumió drogas antes de su primera vez».

Cuando los concursantes de 'Gran Hermano' terminan, por fin, con el asunto, el presentador, feliz y dicharachero, da paso a la publicidad. Un anuncio de bollería juega al guiño cómplice con la audiencia: «Tú, siempre pensando en lo mismo», apunta con supuesto ingenio la voz en off. Al rato le sigue otro: una chica, vestidita de colegiala, con su falda escocesa tableada y su polito blanco, muerde, insinuante, un pedazo de chocolate. El eslogan de la campaña lo dice todo: «Placer adulto».