Sin opción a la sorpresa

El Real Madrid sumó una cómoda victoria (64-72) en Badalona después de jugar dos buenos primeros cuartos, llegar al descanso con medio partido en el bolsillo (20-44) y vivir de las rentas en el último periodo.

El pésimo inicio del equipo verdinegro (0-13 era el marcador en el séptimo minuto del encuentro) marcó el resto del encuentro ante un Real Madrid que anotó con demasiada facilidad en los primeros 20 minutos, en especial Llull y Tucker desde la línea de tres puntos.

Pero el DKV Joventut reaccionó con Trias y Norel en el inicio del segundo período (12-24), pero dos triples de Sergio Llull y una canasta de dos de Vidal ampliaron la ventaja de los madridistas, que lograron una renta de 20 puntos en el minuto 16 del partido (12-32). Eso sí, el Real Madrid logró poco después una ventaja de 24 puntos que logró mantener al llegar al descanso (20-44).

Al regresar de los vestuarios, Clay Tucker puso al Real Madrid en la que sería su máxima diferencia a los cuatro minutos de la tercera de las mangas (24-50) y en ese momento el equipo blanco levantó el pie del acelerador.

Peligrosa relajación

A partir de ese momento, el DKV Joventut sacó partido de la defensa zonal que Sergio Rodríguez no supo leer, mientras que Norel y Hosley sacaron toda su rabia en ataque para rebajar la diferencia a 17 puntos (42-59).

En ese momento, el Real Madrid se fue del partido. El equipo de Ettore Messina pensó que la única manera de atacar una zona era con triples, pero las cosas no le fueron tan bien como en la primera parte de la cita y sumó dos de 15 canastas.

La buena labor de Jelinek, Trias y Hosley acortó la diferencia hasta los seis puntos (64-70) a 16 segundos del final, lo que permitió al equipo badalonés maquillar el resultado final.

Sea como fuere, los puntos acabaron volando rumbo a Madrid, aunque relajaciones de ese calibre podrían pasarle factura al equipo blanco en el futuro.