Un golpe de 220 millones de euros
El barco holandés 'Nancy II', que llegó ayer al muelle de Cádiz, cargaba en su interior más de 20 toneladas de polen de cannabis Vigilancia Aduanera lleva a cabo la mayor incautación de hachís en alta mar de la última década
CÁDIZ.Actualizado:«Hoy alguien tiene que estar muy, muy cabreado», afirmaba ayer con una media sonrisa uno de los agentes de Vigilancia Aduanera, mientras los fardos de polen de hachís eran izados en el muelle de Cádiz desde la cubierta del bacaladero holandés Nancy II, capturado la noche anterior por el servicio aduanero de la Agencia Tributaria frente a las costas de Larache (en Marruecos).
Los agentes de Hacienda trabajaban, sin duda, satisfechos. No todos los días, ni todos los años, se caza un récord como éste. Más de 20 toneladas de droga en una misma operación y no de una calidad cualquiera: se trata de polen de cannabis, que en el mercado del narcotráfico puede alcanzar hasta 11.000 euros el kilo (la resina de hachís se cotiza en torno a los 5.000 euros el kilo, según fuentes del SVA). El golpe puede suponer, por tanto, más de 220 millones de euros para el propietario (o los propietarios) de la droga, que navegaba hacia algún lugar del Mar del Norte.
«Es la mayor operación marítima contra el narcotráfico de los últimos diez años y una de las cinco más importantes de la historia en la lucha contra el narcotráfico», explicaban ayer en el muelle gaditano, ante una nube de periodistas, Ignacio Martínez y Javier Bello, delegado de la Agencia Tributaria en la provincia de Cádiz, el primero, y jefe de operaciones del SVA, el segundo. También ellos se mostraban ayer satisfechos. Sus agentes -a bordo de la patrullera Gerifalte I- fueron los que dieron caza al barco holandés, a unas 125 millas al sur de Cádiz, después de seguirle el rastro durante tres días por aire con los aviones 'Alción' y el helicóptero Argos.
La operación ha sido llamada 'Teleno', aunque según fuentes de la investigación no hay ninguna razón para haberle dado el nombre del monte más alto de León -«se seleccionó de una lista de nombres», y en ella también ha colaborado el Servicio de Vigilancia Aduanera de Galicia. No en vano, la alerta de que el 'Nancy II' viajaba hacia Marruecos fue dada por los agentes gallegos, al detectar que el enorme bacaladero navegaba con rumbo al sur, muy lejos de los bancos de bacalao.
El buque, con 37 años de antigüedad y bandera holandesa, se llamaba anteriormente 'Peter Urk', pero fue rebautizado como Nancy II a comienzos del presente siglo.
El jueves, alrededor de las 13.50 horas, al sur de Larache, el buque reanudó su ruta hacia el norte tras navegar durante tres días por la costa de Marruecos. Sin duda, la carga (cualquiera que fuese) estaba ya dentro del buque y era el momento de culminar la operación con el abordaje. Con todo, los agentes de la Agencia Tributaria esperaron a que anocheciera para interceptarlo.
La 'caza' se produjo sin incidentes, según fuentes del SVA, pues los tres tripulantes del barco (los únicos detenidos en esta macrooperación) ni siquiera opusieron resistencia a los agentes españoles cuando los capturaron. Ayer, estos tres hombres -todos de origen holandés- se mostraban con una fría tranquilidad mientras se realizaba el registro completo del buque en el muelle de Cádiz con la presencia de la jueza de guardia de la capital.
Al fin y al cabo, dos de los detenidos eran meros transportistas, que habían cobrado 'sólo' 10.000 euros por la travesía. O al menos eso declaró el patrón del barco en un primer interrogatorio (decían no hablar inglés ni español). A pesar de todo, los tres están imputados por un delito contra la salud pública y, con toda probabilidad, serán enviados a prisión una vez que comparezcan para declarar ante la jueza de Instrucción Nº 4 de Cádiz, que estaba de guardia.
La magistrada era ayer la más esperada en el atracadero gaditano, pues los vigilantes aduaneros requerían su presencia para comenzar el registro de los espacios privados del barco, como los camarotes de los tripulantes. La mayor parte de las 20 toneladas había sido hallada en la bodega del Nancy II, pero todavía podía haber más droga oculta en otros compartimentos o en dobles fondos. De ahí que la cantidad incautada que se ofreció en un principio bailara y el peso 'definitivo' de la operación, sea sólo una estimación redondeada.
El pesquero llegó a la costa de Cádiz alrededor de las 8.00 horas, escoltado por la patrullera que lo apresó, pero el desembarco de la droga se retrasó hasta el mediodía, cuando los fardos -de 32 kilos cada uno y envueltos en lino- comenzaron a subir a la dársena del muelle con ayuda de una grúa. Varios camiones debían llevarlos a los depósitos donde se almacena el hachís, ya de por sí atestados por la gran cantidad de incautaciones que se llevan a cabo en la provincia de Cádiz. La droga permanecerá en estos almacenes secretos, a la espera de la decisión judicial que ordene destruirla.
Un otoño de récords
Sin duda, el presente año se ha destacado por reunir algunas de las incautaciones de droga de más envergaduras, llevadas a cabo en alta mar con participación de los cuerpos de seguridad de la provincia gaditana. Sin ir más lejos, hace sólo un mes y medio llegaba al muelle de Cádiz otro barco interceptado en el Atlántico por la Policía Nacional y el SVA, que transportaba una tonelada y media de cocaína en un falso techo de un camarote, que también fue considerado el cargamento de este tipo de estupefaciente más importante de los últimos años en suelo gaditano. Apenas un día después, la Policía y Vigilancia Aduanera, volvían a interceptaron un catamarán que alojaba en su interior 3.200 kilos de hachís: sin duda, fue otra importante incautación que, sin embargo, queda empequeñecida por las 20 toneladas halladas ahora.