Griñán respeta el acuerdo de Cajasol y culpa del fracaso de la gran caja a CajaSur
SEVILLA Actualizado: GuardarEl Gobierno andaluz y el PSOE respondieron ayer con evasivas sobre el fracaso del proyecto de la gran caja al conocerse la fusión fría de Cajasol con Banca Cívica, que esfuma la unión de la sevillana con Unicaja. En comparecencias distintas en tres ciudades, Granada, Córdoba y Sevilla, el presidente Griñán, la consejera de Presidencia, Mar Moreno, y la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, se coordinaron para transmitir el mismo mensaje: respeto a la decisión de Cajasol, énfasis en la estabilidad financiera, la solvencia de las cajas y el interés general de Andalucía. Sobre la gran caja, los tres coincidieron en culpar a CajaSur, que no quiso fusionarse con Unicaja, del fracaso del proyecto. Según Griñán, la gran caja «sufrió una pérdida de rigor» desde la adjudicación de CajaSur a BBK.
El presidente andaluz dio a entender ayer que hace tiempo que desistió del proyecto de la gran caja. «Cuando CajaSur dijo que no a la fusión fría con Unicaja con consecuencias negativas para Andalucía, para Córdoba y para el personal de CajaSur, dije textualmente que este proceso ya quedaba en los consejos de administración y cada uno de ellos debe garantizar la estabilidad financiera», manifestó.
Griñán no sólo no se mostró extrañado sino incluso comprensivo con la operación que ultima Cajasol para incorporarse al Sistema Institucional de Protección (Sip) de Banca Cívica, pese a que contraviene las directrices que marcó el pasado verano para que Unicaja y Cajasol «se mirasen entre sí». El presidente andaluz dijo que la decisión de Cajasol puede garantizar la estabilidad financiera y de personal, así como liderar un proceso de apertura de la entidad andaluza al exterior. El presidente se refería a que Cajasol gestionará Banca Cívica no sólo en Andalucía, sino también en Castilla-La Mancha y Extremadura.
Peso andaluz
Griñán también hizo hincapié en que Cajasol no perderá su peso como entidad andaluza, ya que «mantendrá el domicilio social y de copresidencia» en Sevilla. Antonio Pulido copresidirá la entidad con Enrique Goñi, director general de Caja Navarra.
De las palabras de Griñán se deduce que el Gobierno andaluz bendice la operación de Pulido. La Junta de Andalucía tiene que emitir un informe sobre la fusión fría. El apoyo socialista en el consejo de administración de la caja, donde es mayoría, tampoco se barrunta con problemas. La secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, supeditó ayer este a «premisas como la solvencia, el mantenimiento del empleo y del interés general de Andalucía».
Tampoco el PP ve mal la operación. El presidente de los populares andaluces, Javier Arenas, dijo que respeta al cien por cien la decisión de los órganos de decisión de la caja sevillana «como hacemos siempre, ya que defendemos la despolitización». Arenas deseó, en declaraciones en Nerja recogidas por Efe, que la «fusión fría» sea positiva para Andalucía. El líder de los populares arremetió contra Griñán, al que acusó de «estar en Babia» en el proceso de las fusiones en España. Para Arenas, la operación de Pulido desacredita a Griñán como impulsor de la gran caja, lo que considera «grave».