San Fernando recupera su sitio como capital de la libertad de expresión

Dos meses después de la fecha prevista el Centro de Interpretación del Parlamentarismo (CIP) abrió al fin sus puertas. Este equipamiento fue el primero en el que pensó el Ayuntamiento a la hora de planificar el Bicentenario. Un edificio diseñado para convertirse en la visita obligada de todo aquel que quiera conocer la historia constitucional de La Isla. El centro que debe recoger toda la información sobre el Bicentenario y pilotar el potencial turístico al que intenta acogerse la ciudad, a través del impulso de la efeméride.

Y su puesta en marcha coincidió con una señalada fecha, el mismo día que hace 200 años se promulgaba la libertad de imprenta. Este decreto daba aliento al periodismo y así lo demostró la cantidad de cabeceras que surgieron en la entonces conocida como Real Isla de León. San Fernando fue la capital de la libertad de expresión y pretende recuperar esta categoría, dándole un hueco destacado a esta fecha dentro de la conmemoración del Bicentenario. Una completa programación de actos con los medios locales como principales protagonistas. Ayer se culminaba la celebración con dos destacados actos pues además de abrirse este equipamiento, también se inauguró un monumento a la libertad de expresión en la entrada de San Fernando, en la zona de Venta de Vargas. La importancia del día se reflejó en los encargados de la inauguración del Centro de Interpretación. El vicepresidente del Gobierno, que acudía a su primer acto como presidente de la Comisión Nacional del Bicentenario de la Constitución de 1812, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente del Consorcio para la celebración, Luis Pizarro, acompañaron al alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo, en este evento tan esperado por el equipo de Gobierno local. Su relevancia la destacó el propio Pizarro: «Este centro nace con la vocación de convertirse en legado permanente de la conmemoración de los 200 años de las Cortes de San Fernando de 1810». Facilitar el conocimiento de aquéllos hechos históricos que transcurrieron entre 1810 y 1811, es el principal objetivo del centro con vocación parlamentarista.

Para ello, la instalación cuenta con la última tecnología y una gran variedad de pantallas táctiles con las que se deleitaron los responsables políticos, que realizaron una visita fugaz, pero intensa porque sirvió para recordar la lucha que se libró por valores que hoy están asentados y que por ello apenas se tienen en cuenta su trascendencia. Libertad de expresión, soberanía nacional, participación política, separación de poderes. «No reparamos en ello. Igual pasa en el Centro de Congresos, pues en su salón de plenos junto a la tribuna de oradores está el cuadro de Casado de Alisal que rememora el Juramento de Las Cortes, y normalmente no te fijas ni reflexionas porque pasas tantas veces a su lado que no le das el valor que se merece. Por ello, es importante centros como éste, ya que la memoria del pasado es la que nos permite entender el presente», afirmó Rubalcaba.

Aunque, para resaltar este legado, el camino no ha sido sencillo. Varios contratiempos han dificultado la puesta en marcha de este centro que llega con retraso. Por el momento, tan sólo está garantizado su primer año de funcionamiento, ya que el Ayuntamiento expresó la Consorcio las dificultades económicas de su mantenimiento y la imposibilidad municipal de hacerse cargo de este servicio. De hecho, no se encuentra recogido dentro de los presupuestos y por tanto no hay partida económica liberada.

Con cuerpo de mujer

Sólo 47 días. Poco tiempo tardaron Las Cortes en demostrar su carácter revolucionario y aprobar un decreto que se adelantaba a los legisladores de la época. El 10 de noviembre de 1810 nacía la libertad de imprenta y ya ha cumplido dos siglos. El Real Teatro de Las Cortes vio su alumbramiento y tras años sin reivindicar esta efeméride, el Ayuntamiento ha decidido realizar una fuerte apuesta para su recuperación. Por ello inauguró un monumento dedicado a este acontecimiento, que permitió el desarrollo de la prensa en España, y que se encuentra en las inmediaciones del Castillo de San Romualdo. «Si Camarón da la bienvenida, la Libertad de Expresión se encargará de recibir a los visitantes», aseguró el alcalde, Manuel María de Bernardo.

Una mujer desnuda, con una pajarita de papel en la mano y por delante de la palabra intolerancia. Una imagen que guarda un profundo simbolismo. «Con la mujer desnuda he querido representar a la libertad sin engaños, mostrándose tal como es y sujetando una pajarita de papel, guiño a la palabra escrita, la que permanece. Todo ello por encima de la intolerancia». Así definió Alfonso Berraquero su obra.

Imagen que se alza ya como una huella imborrable de la importancia que tiene San Fernando para el periodismo. En el acto de inauguración también estuvieron el presidente de la Asociación Interamericana de Radiodifusión, Luis Pardo, y el presidente de la Asociación Española de Radiodifusión Comercial, Raúl Rodríguez, que destacaron el «orgullo y honor» de participar en un acto tan significativo pues aún quedan «muchos lugares en los que conquistar la libertad de expresión».

San Fernando volvió ayer, 200 años después, a erigirse como capital de la libertad de expresión, como cuna del periodismo.