Imagen de uno de los fallecidos en El Aaiún. / Efe
escalada de tensión

El Polisario cifra en más de 2.000 los detenidos en El Aaiún

Si la comunidad internacional no interviene para buscar una solución pacífica, "el pueblo saharaui recurrirá a todos los medios, incluida la guerra"

MADRID Actualizado: Guardar
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La Oficina del Ministerio de Territorios Ocupados de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha cifrado en más de 4.500 los heridos y más de 2.000 los detenidos tras el desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik en El Aaiún, ciudad que se mantiene "en estado de sitio". Marruecos, por su parte, solo ha reconocido que hay "decenas de personas" que han sido arrestadas.

Los saharauis precisa en un comunicado que el Ejército, las Fuerzas Auxiliares y la Policía de Marruecos continúan "atacando" las viviendas de los ciudadanos saharauis, "deteniendo" a todo el que encuentran, "apaleando" a familias enteras y "secuestrando a los jóvenes", sobre todo, en los barrios de Skeikima, Bucraa y Mattalla.

El pasado lunes, el Ejército y fuerzas policiales de Marruecos entraron por la fuerza en el campamento de Gdaim Izik, en las afueras de El Aaiún, donde desde hace casi un mes miles de saharauis defienden sus derechos socio-económicos. En los barrios del este de la ciudad, como Raha y Duerat, en la mañana del miércoles, se producían continuos allanamientos de viviendas por parte de las fuerzas marroquíes, que obligan a los ciudadanos a gritar "Viva el Rey" y "Sáhara marroquí", según la Oficina.

En la nota, explican que el Ejército roba vehículos de saharauis para quemarlos en plena calle y detiene a sus ocupantes. La Oficina del Ministerio de Territorios Ocupados de la RASD tiene constancia de más de dos mil detenciones hasta el momento, aunque "algunos han sido liberados después de ser brutalmente torturados", dicen. Más de 4.500 personas han resultado heridas de diversa consideración y muchas de ellas permanecen ocultas en sus viviendas, sin que se pueda conocer su evolución, detalla la Oficina.

Testigos oculares han contado decenas de muertos dispersos en los alrededores del campamento de Gdeim Izik y en la parte este de la ciudad de El Aaiún, mientras que el número de desaparecidos es "incalculable", agrega la nota. La Oficina del Ministerio de Territorios Ocupados de la RASD reconoce la dificultad para realizar el recuento de ciudadanos saharauis en distintas circunstancias lo que atribuyen a la falta de seguridad para la población.

En la ciudad ocupada de Smara, aseguran, se decretó el estado de sitio y se suspendieron temporalmente las clases hasta el próximo día 19, después de que la Policía dispersara con violencia las manifestaciones de jóvenes estudiantes de los liceos, en solidaridad con los ciudadanos saharauis de El Aaiún.

Registros "casa por casa"

Previamente, el representante en España del Frente Polisario, Bucharaya Beyun, había denunciado que Marruecos está cometiendo una "limpieza étnica" en El Aaiún y ha advertido de que si la comunidad internacional no interviene para buscar una solución pacífica, "el pueblo saharaui recurrirá a todos los medios, incluida la guerra".

"La ciudad está tomada por el Ejército y la Policía", ha declarado antes de denunciar que "están yendo casa por casa, hay cientos de detenidos, sobre todo entre los más jóvenes". "Decenas de soldados entran en motos en las calles en las que no entran los coches para perseguir a la gente", aseguraba.

A juicio de Beyun, la actuación de Marruecos supone una "ruptura del alto del fuego" de 1991. Por ello, advertía de que si la comunidad internacional no interviene para propiciar una solución pacífica, "el pueblo saharaui y el Polisario se plantearán recurrir a todos los medios legales para defender sus derechos, incluida la guerra". "Nunca hemos estado tan cerca de la guerra desde el alto el fuego", aseveraba.

La misma indignación mostraba Sultana Jaya, una de las activistas saharauis más conocidas en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, que no comprende como el mundo, con todo lo que está pasando en El Aaiún, "no se da cuenta de la gravedad del asunto", entendiendo que parece que está "dormido", según ha manifestado durante una rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria.

Jaya, que perdió un ojo al ser torturada por las autoridades de Marruecos, ha solicitado en nombre de todo su pueblo al mundo que tome ya cartas en el asunto, puesto que se está "alargando demasiado". En este sentido, ha señalado que a pesar de la gravedad de la situación no se está haciendo nada para impedirla. La saharaui ha hecho así un llamamiento urgente "para salvar al Sáhara e impedir el exterminio que está llevando a cabo Marruecos".

"Múltiples torturas"

"La situación actual es muy crítica. El Gobierno marroquí está llevando a cabo un ataque contra la población saharaui que ha producido decenas de muertes y cientos de desaparecidos. Para que se hagan una idea -ha dicho mientras sostenía en sus manos una fotografía de unos niños saharauis- en esta casa hay nueve niños heridos, no se sabe donde están sus padres y están siendo curados en su propio domicilio".

La activista ha señalado que en estos días se ha producido la muerte de 30 personas cuyos cuerpos permanecen en un estanque de agua, lo que hace imposible que las personas puedan acudir a la zona para utilizar el agua, mientras que también ha hablado de casos de familias enteras fallecidas. "De los miles de manifestantes que estaban en el campamento, la mitad de ellos no se sabe donde están, ya que huyeron a pie hasta El Aaiún, pasando penunias, hambre, sed y ataques continuos de Marruecos", ha agregado antes de afirmar que en las comisarías se están produciendo "múltiples torturas" y que se están habilitando cárceles para meter a ciudadanos saharauis.

Como consecuencia de los choques entre ambas partes, Marruecos reconoce nueve víctimas mortales, ocho policías y un civil saharaui, mientras que el Frente Polisario asegura que los saharauis fallecidos son once, 723 heridos y 159 personas desaparecidas. El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará el próximo martes una reunión para abordar la crisis.