Barbate se vuelve 'tierra hostil'
Actualizado:Silencio, se rueda. Los infantes de marina ocupan sus puestos. Sólo se saben una parte del guión, el resto hay que improvisar, recurrir a lo aprendido y ponerlo en práctica. Desde lo más alto, el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, observa los acontecimientos.
No es Líbano, tampoco están en Bosnia, aunque se parezca. Es la Sierra del Retín en Barbate, apodada también por los infantes de marina como Retinia. Es la hora H, la hora del ataque. Un convoy, que parte de la playa, detecta fuego enemigo. Hay que parar, pedir refuerzos e inspeccionar la zona. Enseguida viene el apoyo aéreo. Dos aviones Harrier AV 8 B Plus sobrevuelan el cielo. «Ha habido impacto», dice el infante que está al mando del teléfono. En tierra, los militares comprueban con robots y con perros que no haya explosivos en el suelo. Todo cubierto. La embocada no ha tenido éxito y el convoy sigue hacia delante para cumplir su misión.
Este fue el ejercicio que desarrollaron ayer los 1.100 infantes de marina del Tercio de la Armada de San Fernando. Fue un simulacro de ataque en el que se puso a prueba la capacidad de reacción de cada uno de los participantes. «No siempre se responde de la misma manera y lo que pretendemos es aprender a actuar de la forma más correcta», explicó el capitán Fernando Herraiz. El escenario fue inmejorable. «Las condiciones que ofrece la Sierra del Retín son muy similares a las que podemos encontrar en otras zonas como Bosnia o el Líbano y esto contribuye a hacerlo más real».
Procuraron integrar todos los elementos que pueden encontrarse en las zonas de combate. De hecho, ni siquiera cortaron el tráfico de la carretera que divide la playa de Zahara de los atunes con la sierra. «Nos gusta ponernos las cosas difíciles, porque si no, esto es un circo y llegamos a la misión sin estar preparados». El capitán Herraiz señaló que el ejercicio recuerda a la película 'Tierra hostil', tanto por el escenario como por la misión a cumplir.
Trabajo en equipo
Todo el simulacro se desarrolló bajo la atenta mirada del Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, y la supervisión del equipo directivo y de un árbitro que comunicó vía teléfono las bajas que se produjeron durante el ataque. Después, se celebró un juicio para evaluar las decisiones que momentos antes tuvieron que tomar los infantes de marina y así tener una especie de pasos a seguir si se vuelven a encontrar en una situación similar.
Esta maniobra forma parte del ejercicio 'Flotex' que se desarrollará hasta el 18 de noviembre en el mar de Alborán y en aguas del Golfo de Cádiz. El objetivo que persigue la Armada es mejorar la sincronización de cada una de las tropas de tierra, mar y aire de forma simultánea y en un escenario común. En ella participan diveros buques como las fragatas 'Navarra' y 'Canarias', equipos anfibios y la flotilla de aeronaves, entre otros.