«Señor Griñán, le queda muy poco»
El Presupuesto de la Junta pasa su primer trámite en un debate trufado de ironías entre el líder del PP-A y la consejera Aguayo Arenas promete reducir las consejerías a diez en un discurso con tintes de investidura
Actualizado:El Presupuesto de la Junta para 2011 (31.682,2 millones, un 6,1% menos que el de este año) pasó ayer el primer trámite en el Parlamento al rechazar éste las enmiendas a la totalidad presentadas por PP e IU gracias a la mayoría absoluta del PSOE. Ninguna sorpresa sobre ello. El debate, sin embargo, sí deparó un rifirrafe encendido, vivo y lleno de frases ingeniosas entre el líder de la oposición, Javier Arenas, y la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo. Arenas, además, introdujo de forma sorpresiva en su discurso y en clave electoral una batería de 15 medidas para el que sería su primer presupuesto, entre ellas la reducción de consejerías y de las subvenciones a los partidos, sindicatos y organizaciones empresariales.
Como luego le reprochó Aguayo, su intervención se pareció más a un «pseudo discurso de investidura» que a un análisis de los presupuestos. «Y no es lo que toca», dijo recordándole que no había ganado las elecciones. Pero a Arenas, crecido por las encuestas favorables, sí se vio ganador. De hecho, casi obvió a la consejera, lo que le valió el reproche de esta, que le dijo que debería sentirse más seguro con ella «porque no llevo ni un trienio y usted ya va por los dos quinquenios».
El objetivo de Arenas era Griñán, mudo y sonriente en su escaño. «Señor Griñán, le queda muy poco», le espetó desde la tribuna Arenas tras reprocharle de nuevo las cifras del paro. «No le responsabilizo del origen de la crisis, pero sí de haberla negado, de decir que ha acabado y del más del millón de parados», le espetó.
Al destripar el presupuesto de Aguayo, le barruntó menos vida «que un gobierno de Griñán, que ya es difícil». Pidió su devolución porque es «un cúmulo de surrealismo contable para aparentar mayores ingresos» -en referencia a la venta y alquiler de edificios de la Junta-, pero que derivará en menos consumo y empleo porque «su gran novedad» es la subida de los impuestos y una «caída espectacular» de la inversión. Para Arenas, el presupuesto no está pensado para salir de la crisis, sino para perpetuar la «estructura de poder» del PSOE.
Una idea en la que abundó después, al sacar la polémica sobre el adelgazamiento de las autonomías que los socialistas atribuyen a Rajoy. «Creemos en el estado de las autonomías como un fin para atender a los ciudadanos y no como ustedes, para mantenerse en el poder», espetó.
En clave de campaña electoral anunció su «primer presupuesto del cambio» con el calificativo de «reformista»y quince medidas, algunas ya conocidas como la bajada de impuestos y la reducción de un 50% de cargos y a diez el número de consejerías. Introdujo como novedades cuestiones surgidas de las últimas polémicas con la Junta. En este sentido prometió derogar el decreto de reestructuración del sector público, la reducción de los presupuestos a los partidos, los sindicatos y las organizaciones empresariales y una nueva ley de subvenciones, en alusión a las ayudas a la cooperación dadas a los sindicatos. Entre los impuestos que suprimirá mencionó el recién creado de las bolsas de plástico.
Por su parte, el portavoz de Economía de IULV-CA, Pedro Vaquero, pidió también la devolución de los presupuestos porque «ponen un palo en la rueda» de la recuperación económica y originarán «más desempleo». El portavoz socialista, Mario Jiménez, sostuvo, como Martínez Aguayo, que las cuentas de 2011 «garantizan» la recuperación económica sin recortar las políticas sociales y lamentó que el PP no diera una alternativa creíble.