CABALGATAS

Parece que esto del Doce va tomando forma. Que el continente se va llenando, por fin de contenido, porque estábamos ya muy bien situados en la delgada línea que separa lo virtual de lo real, lo esperable de lo esperado. Total, que en cuestión de dos semanas, de repente, se nombra a un embajador de la celebración -sigo sin entender muy bien qué representa José Tomás en todo esto-, se concreta la Magna del Sábado Santo y se anuncia que el año 2012 habrá «dos cabalgatas carnavalescas». Menos mal. Con esto ya tienen resuelto el programa, ya lo verán. Porque como lo que no se nos va en suspiros, se nos acaba yendo en lamentos, al final va a resultar que con los toros, el carnaval y la semana santa se apaña el personal. Sólo falta -pero todo se andará- que haya un torneo o así de fútbol para que esto sea un auténtico pleno al Doce, nunca mejor dicho.

Total, que si no teníamos bastante con una «cabalgata magna» en Carnaval, tendremos dos. Una, «distinta a lo que hemos visto hasta ahora» -habrá que estar atentos, por si acaso- según el concejal de Fiestas, de marcado carácter iberoamericano y otra en primavera, también relacionada con Hispanoamérica, que se haría coincidir con el II Encuentro de Carnavales Iberoamericanos, si la UCCI -no hagan chistes- se digna en nombrarnos Capital Iberoamericana del Carnaval, o con el VII congreso gaditano del carnaval si la UCCI nos deja como estamos. Vaya. Lo mismo da que da lo mismo.

Que si es con barba San Antón, y si no la Purísima Concepción. El caso es tirar para adelante. Luego hay quien se escandaliza con el nuevo proyecto de ley de los apellidos. Desde luego, a mamarrachos, es que no nos gana nadie. Por algo será.