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Los 'barones' piden a Zapatero más política
Reclaman al presidente «mantener la tensión» y reactivar el programa social aparcado en el golpe de timón de mayo
MADRID. Actualizado: GuardarEl alivio que sintieron los 'barones' socialistas cuando José Luis Rodríguez Zapatero dio por fin el paso de remodelar su Gobierno y cambiar la cara visible del partido ha dado paso a una petición unánime: que los gestos políticos no se queden ahí.
El coordinador del Consejo Territorial del PSOE, el castellano-manchego José María Barreda, avisó tras la reunión celebrada ayer que «la política se gana desde la política» y pidió al Ejecutivo que no baje ahora «la guardia».
Los socialistas aseguran que en las últimas semanas se ha producido «un cambio de actitud» tanto en el seno del partido como entre la militancia, pero a nadie se le escapa -y menos aún a los candidatos a los comicios autonómicos de mayo - que la próxima contienda electoral sigue siendo una de las más adversas a las que ha tenido que hacer frente el PSOE en muchos años.
Barreda, quizá uno de los 'barones' que más obvio había sido a la hora de expresar su nerviosismo, aseguró que el ánimo general «no tiene nada que ver» con el de hace unos meses pero insistió en que es preciso «mantener la tensión». Lo que no está claro es la fórmula, aunque el hecho de que Zapatero parezca dispuesto ahora a reactivar parte de su programa social -aparcado por el giro radical emprendido el pasado mes de mayo en materia económica- tranquiliza.
El jefe del Ejecutivo, que en el Comité Federal del pasado 23 de octubre tuvo que escuchar las críticas de varios presidentes autonómicos por lo poco que se les había tenido en cuenta hasta la fecha a la hora de tomar decisiones estratégicas, optó esta vez por acudir al encuentro con artillería pesada. Acompañado de sus tres vicepresidentes y del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se prestó a discutir con ellos antes que con nadie la futura reforma de las políticas activas de empleo. En realidad, la traducción de esta reforma en un mensaje político claro de apuesta por lo social es bastante compleja. Pero, de momento, Zapatero se ha comprometido con los líderes territoriales a que esté diseñada y parcialmente operativa en el primer trimestre de 2011, es decir, antes de los comicios. Y también está dispuesto a poner sobre la mesa una de esas leyes que, como la de libertad religiosa, fueron bandera durante la campaña de las generales en 2008 y de las que, iniciada la legislatura, nunca más se supo: la ley integral de igualdad de trato y contra la discriminación.
Desempleo
La clave de la reforma y en lo que incidirán los socialistas es que su objetivo es «reducir el tiempo de permanencia en el desempleo de las personas», pero para lograrlo se entrará en debates peliagudos.
El Gobierno pretende, por ejemplo, que el volumen del gasto público en las bonificaciones empresariales a la contratación sea mejor que el actual y se concentre en colectivos concretos con «graves problemas de empleabilidad»; también es su intención «dar una mayor libertad a las comunidades autónomas para aplicar los programas de políticas activas de empleo» con la salvedad de que se garantice la unidad de mercado, y además tratará de recortar los fondos destinados a la formación de aquellos que ya estén ocupados en beneficio de los que no lo estén. Si ahora se dividen en partes iguales, los parados se llevarían el 60%.