Airbus se juega en EE UU 5.570 millones para sus plantas españolas
La firma confía en sus posibilidades frente a Boeing en un multimillonario contrato de tanqueros para el Pentágono
MADRID.Actualizado:Airbus, en concreto su división militar, presidida por el español Domingo Ureña, se juega estos días en Estados Unidos 5.570 millones de carga de negocio para sus plantas españolas. El envite es gigantesco y, si sale bien, supondría un revulsivo para la industria aeronáutica nacional. La decisión deberá tomarse en un momento en que está en cuestión la fiabilidad del A380, una de sus aeronaves estrella, por un fallo en un motor.
La clave está en el contrato que el departamento de Defensa de la administración Obama tiene abierto para suministrar aviones de reabastecimiento en vuelo, los llamados tanqueros, y al que la multinacional europea acude con su A330 MRTT. El aparato toma como base el avión civil A330, que en parte se fabrica en España y se transforma después a gusto del cliente, en función de sus necesidades militares.
El contrato deberá dilucidarse en medio de la incertidumbre desatada por el aterrizaje de emergencia que tuvo que realizar debido a un fallo mecánico un A380 -el avión de pasajeros más grande del mundo- de la empresa australiana Qantas que cubría la línea Singapur-Sidney. La dirección de Qantas anunció poco después que había detectado anomalías en tres motores de dos de sus A380, y decidió mantener su flota en tierra para realizar comprobaciones.
Ahora, el conglomerado europeo se examina en solitario ante el Pentágono, ya que, aunque parezca mentira, Airbus ya ganó ese concurso junto a Northrop -un socio local- en una competición que finalmente se anuló al ser recurrido el fallo por Boeing. La presión del emporio aeronáutico estadounidense dejó en agua de borrajas una adjudicación que vuelve a estar en liza. El contrato se disputa por la fabricación -en un primer paquete- de 179 tanqueros, con un valor de unos 35.000 millones de dólares, casi 28.000 millones de euros.
De esa cantidad, a España le podría corresponder cerca de un 20% o, lo que es lo mismo, algo más de 5.571 millones de euros. España 'rebañará' ahora un poco más que en la primera intentona, cuando estaba previsto que captara entre un 12% y un 15% del proyecto global.
La cifra es importante, pero no lo es menos el impulso que recibirían las plantas nacionales de Airbus Military por cuanto que, si sale victoriosa, todo el mundo de la Defensa vería como un éxito incontestable que Estados Unidos abriera su estrategia militar a un consorcio europeo. Sería la puerta de entrada segura para otros muchos contratos. Domingo Ureña, el responsable dentro del grupo de no haber tirado la toalla tras el fiasco inicial, rebosa optimismo.
«Vamos a ganar porque tenemos, sin duda, el mejor producto», sentencia el ejecutivo, en referencia al avión de Boeing con el que compite el A330MRTT, y que aún no existe más allá de en su fase embrionaria. Por contra, el avión de Airbus no solo existe, sino que ya vuela en pruebas, y ha recibido las siempre difíciles certificaciones civil y militar. La última, la del Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial (Inta), que llegó el pasado 5 de octubre. Todo un espaldarazo al proyecto. La ventaja no acaba ahí, el avión ha ganado ya los cuatro concursos a los que se ha presentado: Australia, Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Reino Unido.
Últimos retoques
De hecho, un equipo de la fuerza aérea australiana trabaja estos días en el aeródromo de Getafe comprobando el aparato y requiriendo las últimas modificaciones. Cuando reciba el 'ok' definitivo, España se hará cargo de la fabricación de cuatro aparatos y, a partir de entonces, será Quantas, en Australia, la que siga la producción bajo directrices españolas.
Para Arabia Saudí, el grupo trabaja en colaboración con la división de mantenimiento de Iberia, que en la actualidad modifica en sus hangares de la localidad madrileña de La Muñoza el A330 elegido. En el caso estadounidense será la planta que EADS North America ya tiene en Mobile (Alabama) la que pilote el proyecto.
A pesar de la aparente ventaja europea, Ureña destaca que Boeing es siempre un gran competidor: «Basta que diga que va a hacer algo para que lo haga, no le quitemos esa enorme capacidad de sorprender que siempre ha tenido».
Airbus no deja de trabajar para intentar llevarse el contrato, y realiza un «esfuerzo sobrehumano» en labores de 'lobby' en la propia Alabama, en Washington y en el golfo de México. Por ahora, las cosas parecen ir bien. «Nos están pidiendo información y lo bueno es que sabemos responder afirmativamente a todo lo que nos plantean», defiende orgulloso Ureña.
Las previsiones iniciales pasaban por desvelar el ganador el 12 de noviembre. Pero Ureña reconoce que será más bien a finales de año.