El Teatro La Tía Norica no estará terminado a finales de este mes

El pasado 6 de octubre la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, visitaba las obras del nuevo Teatro Estable de Títeres La Tía Norica, uno de los proyectos más ambiciosos del Consistorio gaditano, que ha invertido cerca de cuatro millones de euros en la creación de este nuevo espacio cultural para la ciudad. Pese a que aquel día la regidora anunció que las obras estaban casi al noventa por ciento de su ejecución y que para el mes de noviembre el proyecto estaría terminado, parece ser que finalmente habrá que esperar un poco más para su culminación.

Según el arquitecto del proyecto, Juan Manuel Sánchez del Pozo, aún faltan por colocar las butacas, que «ya están en Cádiz», por instalar la gran cristalera que presidirá la entrada al teatro y por recubrir la fachada con varias placas perforadas de zinc de 1x2 metros. «Estas láminas se fabrican en Asturias y todavía no nos han llegado», explica el arquitecto. Además, su colocación llevaría a los operarios «alrededor de 20 días», por lo que es imposible que el edificio esté acabado para este mes, según reconocía ayer Sánchez del Pozo.

Por otro lado, Teófila Martínez no quiso dar entonces una fecha para la inauguración del nuevo teatro, una de las apuestas del Ayuntamiento gaditano de cara a los fastos del Doce.

En este sentido, reconoció que aún «tenemos que hacer un proyecto importante de puesta en valor» de los importantes restos arqueológicos que se encuentran bajo el coliseo, un proyecto que «también exigirá varias fases». Así que habrá que esperar también algún tiempo para que se inicien estos trabajos, ya que el Consistorio está pendiente de la subvención de las Rutas Béticas Romanas.

Casi 350 butacas

Tal y como detallaron los responsables técnicos el día de la visita de la alcaldesa, el Teatro Estable de Títeres La Tía Norica dispondrá de 345 plazas dispuestas a lo largo del patio de butacas y el anfiteatro, detrás del cual habrá un pequeño ambigú.

El escenario tendrá unas dimensiones de 12x8 metros cuadrados, y estará situado al mismo nivel de la zona de los asientos, tal y como lo requiere normalmente las funciones de títeres. Pese a todo, el teatro tendrá también un escenario desmontable de 70 centímetros de alto para acoger otro tipo de espectáculos.

La visibilidad sobre el espacio escénico es buena desde cualquier ángulo. El edificio posee un acceso para minusválidos, varias pasarelas de iluminación y un complejo entramado -el peine- del que cuelgan los telones y demás elementos de la escenografía. Además, por cuestiones de seguridad, el teatro dispone de un segundo telón que haría las funciones de cortafuegos en caso de producirse un incendio.

Estructurado en cuatro plantas, el primer piso está destinado a oficinas y el segundo, dispuesto como una galería alrededor de un patio acristalado, alberga tres camerinos y un espacio diáfano que podría ejercer como zona multiusos.

El exterior, de estuco, tendrá el citado revestimiento de zinc, muy extendido en los edificios de corte moderno, y la fachada principal estará presidida por una enorme cristalera que aportará gran luminosidad al vestíbulo principal.

Por lo que parece, aún habrá que esperar un poco más para ver terminado este flamante edificio, que tal y como aseguró la alcaldesa el mes pasado tendrá un «importante atractivo turístico» para la ciudad.