Montilla ve «complejo» el mensaje del Papa y lamenta que sólo se destaque las palabras que separan a la sociedad
Rouco Varela matiza las declaraciones del Pontífice sobre que España ocupa el primer puesto de la lista de laicismo del mundo, y aclara que se refiere a "materias determinadas"
MADRID/BARCELONA Actualizado: GuardarLa visita de Benedicto XVI a España, que concluyó ayer en Barcelona, despierta aún algunas reacciones en los distintos agentes sociales y políticos. El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha calificado de "complejo" el mensaje que el Papa dirigió a la ciudadanía en su estancia en la Ciudad Condal, y ha lamentado que se ponga el acento en las palabras del Pontífice que más controversia generan a la sociedad.
En declaraciones a Onda Cero, ha valorado positivamente que el mensaje del Papa también fue de "proximidad y entendimiento" hacia Cataluña y su cultura pero, "como todos los mensajes complejos, está expuesto a que cada uno interprete aquella parte que más le interesa. Hay personas que han puesto mucho el acento en las cuestiones que seguramente más distancian a una parte de la sociedad española".
Para Montilla, el Papa manifestó posicionamientos "muy normales y continuados" en el seno de la Iglesia, y que manifiestan la oposición de este estamento a algunas de la normativas impulsadas por el Gobierno. Pese a esto, según el presidente catalán, el mensaje papal no solo fue de desaprobación a la gestión del Ejecutivo español, sino que también contempló los "problemas a los que tiene que hacer frente la iglesia y la sociedad en estos momentos de crisis económica".
Que el Papa oficiara una parte de la misa en catalán fue, para el presidente de la Generalitat, un "reconocimiento a la realidad nacional de Cataluña", un hecho que, según Montilla, el Papa conoce "sobradamente".
El Papa Benedicto XVI dedicó este domingo al culto la Sagrada Familia de Barcelona con un mensaje a favor de la vida desde el momento de la "concepción", a la vez que defendió a ultranza el matrimonio "natural". Benedicto XVI remarcó que la Iglesia "se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar", en referencia al matrimonio católico entre hombre y mujer.
Ambas consideraciones se interpretaron como una crítica al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, ya que durante sus dos mandatos se ha aprobado la regularización del matrimonio homosexual y una nueva normativa sobre el aborto.
Rouco matiza las palabras de Benedicto XVI
Desde la Conferencia Episcopal Española se ha lamentado que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, no asistiera a los actos religiosos de la visita papal. Así, Rouco Varela, presidente de la institución ha reconocido que, aunque "entramos en el asunto delicado de la libertad religiosa, nos hubiera gustado que estuviese presente". En declaraciones a la cadena COPE, ha precisado que la ausencia del presidente del Gobierno no tiene "una importancia que afecte a las relaciones Iglesia-Estado" y que Rodríguez Zapatero "estuvo al final para despedirse".
Rouco ha señalado que desconoce las palabras de Benedicto XVI sobre que España es el campo de batalla entre el laicismo y la fe y en las que equiparó el laicismo actual y el anticlericalismo de los años 30. En todo caso, Rouco ha precisado que, "si es tal como lo refleja la prensa, el Santo Padre ha hecho un una reflexión elemental, que una especie de resurrección de laicismo radical es un poco extraño a estas alturas del tiempo". Ha matizado sus declaraciones sobre que España ocupa el primer puesto del ranking de laicismo del mundo, y ha dicho que se refiere a "materias determinadas".
El ejercicio especifico de la libertad religiosa no ha cambiado y se mantiene el contexto de la Constitución Española, "un texto muy equilibrado", y en el marco de las relaciones Iglesia-Estado que fijaron los acuerdos de la Santa Sede del año 78-79. "De ahí no nos hemos movido legalmente ni administrativamente", ha explicado. En el terreno de la legislación que tiene que ver con instituciones básicas para la vida del hombre y que afectan a la profesión de la fe cristiana, como el matrimonio, la familia o el derecho a la vida, Rouco ha comentado que "ahí nos hemos colocado en la cabeza del ranking" de lo que podría llamarse derivaciones o aspecto del laicismo radical.
Las palabras de "un señor de 84 años"
Si Rouco ha querido matizar las palabras del Papa, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ha interpretado también las declaraciones que hizo el Pontífice a los periodistas en el avión sobre el anticlericalismo en España, y ha considerado que "decir que en España se vive como en los años 30 es disparatado y, según ha dicho, "ni lo quiso decir ni lo dijo". Bono, ha señalado además que no le sorprenden las plabras del Pontífice en defensa del matrimonio 'natural' teniendo en cuenta "que es un señor que tiene 84 años y que tiene la formación y la manera de ver la vida que tiene el Papa Ratzinger". Del mismo modo, ha defendido que es "tan normal como "ver a otros católicos que piensan de otro modo".
Desde Galicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido que no hay que interpretar "en sentido estricto" las palabras de Benedicto XVI. "Yo no voy a ser el intérprete del Papa, pero creo que hay que mantener un cierto respeto", ha manifestado el jefe del Ejecutivo gallego, y ha apuntado a la "sobreactuación" que se da en el ámbito del laicismo, "arrinconando" a determinadas personas "que tienen sus creencias y que son muy respetables".
IU ve "claudicante" la actitud de Zapatero
Las mayores críticas han llegado desde Izquierda Unida, en donde el coordinador federal, Cayo Lara, ha lamentado la actitud "claudicante"de Zapatero y ha defendido que Benedicto XVI tendría que haber acudido al Palacio de La Moncloa si quería entrevistarse con el jefe del Ejecutivo español, "igual que hacen todos los presidentes que visitan el país".
Lara ha resumido como "una mala aportación" la realizada por el Papa este fin de semana y ha criticado la "nueva cruzada" por la que "ha venido a evangelizar a los ciudadanos" y le acusa de aprovechar la visita para "insultar" a los republicanos y a la "aconfesionalidad" del Estado.
Cayo Lara ha dicho que el Pontífice parece que quiera "resolver" el laicismo en España apelando a que la mujer deje de trabajar y se quede en casa, se acabe con el aborto, aunque sin permitir campañas de prevención de embarazos, y "quitando" los derechos y libertades a los homosexuales.