Un penalti condena al Industrial

La Real Balompédica Linense ha cambiado. De eso no hay duda. Pocos se explican el giro tan radical que ha dado la plantilla albinegra en dos semanas. Justo después de que los jugadores se reunieran con el presidente, Alfredo Gallardo, y mostraran su compromiso de sacar la situación adelante. Y han cumplido su palabra. Del equipo que deambuló sobre el terreno de juego contra al Mairena al de ayer hay un abismo, un cambio que se antoja casi paranormal y que invita a la ilusión y al optimismo a una afición que ayer, por fin, salió del Municipal con una sonrisa en el rostro. De oreja a oreja.

Porque la Balompédica de ayer recordó a la de las grandes tardes. Ambiciosa, exquisita en su juego, ofensiva a no poder más y, sobre todo, con una actitud intachable en todos sus jugadores, que por fin salieron a 'comerse' al rival desde el pitido inicial, enterrando por fin la 'milonga' de la ansiedad y el miedo escénico y demostrando que, si continúan con el mismo espíritu, están más que capacitados para sonrojar a cualquier rival que se ponga delante.

Sin embargo, un gol de penalti señalado por una dudosa mano de Spence fue suficiente para que el Jerez Industrial cayera derrotado en La Línea, perdiendo además el liderato que vuelve a Pozoblanco.

El dominio fue alternando en la segunda mitad, controlando el conjunto linense el encuentro gracias al tanto logrado por Copi en la primera mitad. La escuadra industrailista lo intentaba, aunque la buen defensa local hacia imposible el tanto del empate. Hasta los minutos finales. Valtierra en el descuento tuvo en sus botas el empate, pero elevó demasiado su disparo. A pesar de las dificultades que presentaba una vez el terreno de juego, esta vez al tratarse de césped sintético la mayor complicación para la práctica del futbol venia del viento, que especialmente en la primera parte complico el juego para ambos conjuntos.

Juego bonito

Con todo, fueron los locales quienes dispusieron de las mejores ocasiones en la primera mitad, sobre todo a balón parado. El planteamiento inicial de Caballero presentó como novedad la inclusión de Moke en el doble pivote del centro del campo, quien no tuvo mucha participación en el juego, como tampoco la tuvieron el resto de atacantes durante la primera mitad.

La polémica llegó en los últimos minutos después de una falta sobre la Balona. Un gesto desde el banquillo del Industrial fue interpretado como una provocación por los componentes del banquillo de Rafael Escobar, desde donde se respondió originando un enfrentamiento que obligó a parar el partido durante varios minutos. Una supuesta agresión de Carlos Guerra al futbolista del Jerez Industrial Juanse supuso la roja directa para el capitán. Acto seguido, las protestas del entrenador local le valieron la cartulina roja y el míster tuvo que salir del terreno de juego enormemente indignado con el colegiado sevillano Carlos García Moreno.

Con este resultado, el conjunto blanquiazul cosecha la tercera derrota de la temporada, todos con el mismo marcador a pesar de que en esta ocasión ambos equipos dispusieron de ocasiones muy claras para marcar e incluso conseguir un marcador abultado.