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Un hombre con una mascara protesta contra la visita del Papa. :: AFP
ESPAÑA

Barcelona recoge el testigo de Santiago

Benedicto XVI aterriza en una Cataluña dividida entre los que le dan la bienvenida, los que muestran indiferencia y los que se oponen a su llegada

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Las grandes puertas de bronce de Josep Maria Subirachs en las que está esculpido el padrenuestro en cincuenta lenguas se abrirán hoy por primera vez para dar la bienvenida a Benedicto XVI a la Sagrada Familia. El Papa oficiará la misa inaugural en la nave central del templo, que 120 años después podrá verse de forma muy semejante a como lo concibió Antoni Gaudí. Serán las 10 de la mañana, y Benedicto XVI centrará su homilía para consagrar el monumento en tres ejes: el arte, la cultura y la familia.

La gran obra de Gaudí, que podría estar totalmente acabada en 15 o 20 años, es decir, 150 años después de la colocación de la primera piedra, será exaltado por un Papa que siempre ha mantenido que Europa se ha constituido a partir del arte y la cultura cristiana y que ve en la Sagrada Familia un símbolo de sus tesis. Especialmente porque, como su propio nombre indica, la iglesia está dedicada a una de las instituciones primordiales de la Iglesia Católica, la familia.

La consagración del templo expiatorio será el punto central de una jornada que arrancará a las 9 de la mañana. A esa hora el Santo padre recorrerá en el Papamóvil los 3,5 kilómetros que hay entre el palacio episcopal, junto a la Catedral, donde se aloja durante su estancia en Barcelona, hasta la Sagrada Familia. El desfile papal será seguido, según las previsiones, por unos 400.000 barceloneses que desde hace días han colgado las banderas vaticanas en los balcones de sus casas. Estas rivalizan, eso sí, con las que lucen el lema «Yo no te espero» -podría decirse que tienen una presencia menor, pero no mucho más- y también con las senyeras, ya que la sociedad catalana, tal como declaró ayer el president José Montilla, se ha tomado la visita papal como un gesto de reconocimiento a la identidad catalana. «Confío en que Benedicto XVI capte la realidad nacional» del país, señaló Montilla en una carta publicada en la prensa. «Espero que el Pontífice tenga la oportunidad de percatarse del vigor de la sociedad catalana, y de que esta respeta a la Iglesia Católica y valora el compromiso cívico de los católicos», añadió.

Movimientos laicos

Aun así, el Papa llega a una Cataluña dividida entre los que le dan la bienvenida, los que muestran más bien indiferencia y los que abiertamente se oponen a su visita, como los movimientos laicos que entre el jueves y el domingo han programado una decena de manifestaciones. La última de ellas, ayer, en la que por primera vez se registraron momentos de tensión, cuando un centenar de sindicalistas de la CGT se enfrentaron a empujones con el gran cordón de seguridad que les impedía acercarse a la Catedral.

Además, los colectivos gays celebrarán un besuqueo masivo hoy ante la catedral y una asociación feminista llevará a cabo otra protesta a mediodía en la plaza de la Universidad, en el que se espera el acto más multitudinario del rechazo papal. Según el Instituto Nacional de Estadística, el 51% de los niños que nacen en Cataluña son bautizados, una cifra que tiende a la baja, y alrededor de un millón de personas (entre una población de 7,5 millones) van a misa como mínimo una vez al mes. Un estudio de Jordi Serrano, rector de la Universidad progresista de verano, concluye además que «Cataluña está dejando de ser católica a marchas forzadas». Hasta el punto que entre los años 1980 y 2007, el número de católicos practicantes ha pasado del 33% al 18%, y el de católicos no practicantes del 48% al 44%.

El Papa llegará a las 9.30 al templo de Gaudí, donde mantendrá un breve encuentro con los Reyes de España. Tras la misa dedicada al altar y a la nave central de la iglesia, a la que asistirán unas 6.000 personas, Joseph Ratzinger recitará el 'ángelus' desde el exterior del templo. La recitación será presenciada por unos 36.000 fieles desde las tribunas habilitadas en el entorno de la iglesia. Hacia la 13.00 horas, el Papa regresará al palacio Episcopal por el recorrido realizado durante la mañana, por lo que los 400.000 fieles que permanecerán en las calles podrán volver a verle. Ya por la tarde, Benedicto XVI visitará una fundación diocesana de atención a discapacitados, desde donde se dirigirá al aeropuerto. A las seis oficiará el acto de despedida, presidido por los Reyes.