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Sierra es el primer galardonado que dice no a un premio concedido por Cultura desde hace más de dos décadas . :: EFE
Sociedad

Santiago Sierra rechaza el Nacional de Artes Plásticas por «sentido común»

Al grito de «¡Salud y Libertad!», renuncia al galardón de un Estado al que considera «alineado con un imperio criminal»

MIGUEL LORENCI
MADRID.Actualizado:

No esperó a que se cumplieran 24 horas desde su designación como premio Nacional de Artes Plásticas para rechazarlo. El transgresor Santiago Sierra (Madrid, 1966) ha renunciado al galardón y sus 30.000 euros de 'bolsa' por entender que quien lo concede (el Estado español) «instrumentaliza el prestigio del premiado». En una consecuente performance, Sierra lo rechazaba a través de un carta dirigida al ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que colgó en la página 'Contraindicaciones', plataforma que utiliza para difundir sus pronunciamientos este controvertido creador, especialmente crítico con el poder y radicado de nuevo en España tras una larga estancia mexicana. Sierra asegura que siendo «consecuente» con su actitud, aceptar el alto galardón institucional -el segundo en importancia tras el Velázquez- supondría renunciar a la enorme libertad que le ha otorgado el ejercicio de la creación artística. Es el primer galardonado que dice 'no' a un premio que Cultura concede desde hace más de dos décadas.

«Agradezco mucho a los profesionales del arte que me recordasen y evaluasen en el modo en que lo han hecho. No obstante, y según mi opinión, los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo a un empleado del mes» apunta irónico Sierra en un texto fechado en Madrid en 'Brumaire 2010' y dirigido a la «Estimada señora González-Sinde». La misiva, remitida a la titular de Cultura y a varios medios, apareció colgada en la tarde del viernes en 'Contraindicaciones', una bitácora digital afín al artista y que se presenta como un medio de «política, arte contemporáneo, proselitismo, demagogia». A primera hora de ayer la misiva no había llegado a la 'casa de las siete chimeneas', sede de Cultura. No obstante, fuentes de la galería Helga de Alvear, con la que Sierra trabaja en España, confirmaron que la carta había sido enviada por Sierra a Cultura.

«Es mi deseo manifestar en este momento -se lee en texto de Sierra- que el arte me ha otorgado una libertad a la que no estoy dispuesto a renunciar». «Consecuentemente, mi sentido común me obliga a rechazar este premio». Un galardón que a su juicio «instrumentaliza en beneficio del estado (sic) el prestigio del premiado». «Un estado -agrega Sierra- que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un estado que dona alegremente el dinero común a la banca».

«El estado no somos todos. Son ustedes y sus amigos» espeta el polémico Sierra a quienes lo premiaron. Con el muy anarquista «¡Salud y libertad!» se despide de la ministra un Sierra que ayer volaba hacia Sídney, donde presentará uno de sus proyectos.