La economía resiste y logra crecer el 0,2% anual en el tercer trimestre
Se estancó entre julio y septiembre, según el Banco de España, por el adelanto de las compras y el impacto de otros ajustes
MADRID.Actualizado:La economía española resistió los ajustes del tercer trimestre. El Banco de España ha anticipado que, según sus estimaciones, el Producto Interior Bruto registró en ese periodo un aumento del 0,2% con relación al mismo periodo de 2009, gracias a la mejora de las exportaciones y al efecto estadístico de una comparación que se realiza con momentos donde todavía se manifestaban las secuelas de una crisis aguda. Se cierra con estos datos una etapa negra de siete trimestres de retrocesos interanuales.
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, celebró estas cifras, declaró que las previsiones del Ejecutivo «se están cumpliendo» y hasta se mofó de las predicciones de analistas e instituciones económicas que a su entender «no han acertado ni una» al pronosticar la continuidad de una caída del PIB que no se ha producido.
Pero la trayectoria no está exenta de sobresaltos. Y así ocurrió que el aumento del IVA y las políticas de ajuste frenaron el crecimiento intertrimestral, que se quedó plano en los meses de verano respecto al ritmo de actividad alcanzado en primavera. En otras palabras, la autoridad monetaria cree que el PIB del segundo trimestre fue similar al del primero.
El avance de datos confirma lo adelantado por el presidente del Gobierno. Zapatero ya celebró la subida interanual, y ahora queda por despejar la incógnita del comportamiento efectivo de la economía en los meses de verano. Será el Instituto Nacional de Estadística quien confirme el alcance de la 'recaída' sufrida porque, décima arriba o abajo, hay opiniones para todos los gustos. La mayoría de los institutos privados se decanta ahora por considerar que la factura del alza de la fiscalidad indirecta, la congelación del sueldo de los funcionarios, la restricción de la inversión pública, el fin de las ayudas a la compra de coches y otros recortes se saldaron con un estancamiento. El debilitamiento de la actividad tendría «carácter transitorio».
En el gasto, la demanda nacional -consumo e inversión- retrocedió el 1%, y fue el sector exterior quien compensó este descenso con un avance del 1,2%. Las familias se apretaron el cinturón y recortaron su gasto en un 1% no solo por el final de determinadas ayudas, sino porque ya habían anticipado los desembolsos en compras de bienes duraderos para no tener que pagar, a partir del 1 de julio, un Impuesto sobre el Valor Añadido más alto.
El Banco de España confía en que, una vez agotados estos efectos, los hogares empiecen a perder el miedo a la situación económica y echen mano de los ahorros atesorados -que están muy por encima de su valor histórico-, porque reconoce que la renta disponible y la riqueza, afectadas por la elevada tasa de paro, la merma del valor de la vivienda y las incertidumbres de los mercados, no van a dar para grandes dispendios.
La inversión depara pocas alegrías. Prosiguió el desplome del inmobiliario, que en el tercer trimestre fue todavía del 16,1% respecto a un año antes, de manera que el único consuelo reside en la desaceleración de ese descenso, que había sido del 19,3% en el trimestre previo. Los autores del informe precisan, además, que algunos indicadores de demanda de viviendas responden al efecto de quienes adelantan sus compras para no verse alcanzados por la supresión de la desgravación que tendrá lugar el próximo 1 de enero. Esta sería la causa de un repunte del 0,7% en la deuda de los hogares.
Tampoco los empresarios industriales contribuyeron a reanimar la inversión. Por fortuna, las exportaciones de bienes muestran mayor dinamismo y el turismo evoluciona de forma positiva, en tanto las importaciones se han frenado como consecuencia del repliegue de la demanda interna. Estos factores explican la aportación de 1,2 puntos del sector exterior.