El Partido Vecinal califica los servicios de la ciudad como «tercermundistas»
Actualizado:El Partido Vecinal Regionalista, conformado por vecinos y surgido en el seno de la plataforma de propietarios de casas sin licencia de la localidad, ha iniciado su precampaña de las municipales con fuerza.
Desde esta formación de nuevo cuño, que ha nombrado a Marisol Ayala como candidata a la alcaldía, se ha puesto en entredicho los servicios que tiene la localidad.
En concreto, y para definir éstos, el PVRE utiliza un término muy gráfico; «tercermundistas». Así, desde el Partido Vecinal se denuncia la «marginación» que sufren una gran parte de los vecinos de Chiclana; éstos, «que pagan sus impuestos como el resto, reciben a cambio una carencia de servicios sólo equiparable a países del tercer mundo», aseguran.
Entre las carencias más importantes que relatan están las del servicio de Correos. «La confidencialidad es una utopía, puesto que la correspondencia es repartida a veces dentro de unos buzones alquilados en ventas, bares o en plena calle», critican. Asimismo, los problemas de atención al público de la única oficina abierta en la localidad también llama la atención a este partido.
De igual manera, desde el Partido Vecinal Regionalista se lamenta la «mala calidad» de recepción de la imagen de televisión, algo que suman a las carencias del servicio de telefonía que tiene un municipio horizontal, que ha crecido sin control urbanístico, y que posee numerosas urbanizaciones habitadas sin servicios básicos.
Para los integrantes del PRVE, suministros tan elementales como el agua corriente, el alcantarillado o la luz eléctrica, que no llegan en estos momentos a todos los residentes de una localidad con más de 15.000 casas construidas sin licencia, son «totalmente imprescindibles».
Recogida de basura
«Amplias zonas de Chiclana carecen de servicios esenciales por encontrarse en lugares ignorados por unos planes generales que los castigan», recuerdan.
Desde el PRVE se lamenta que «haya casos en los que un único contador de luz sea provisional desde hace once años, y de repente llegue un técnico, lo anule, y meta miedo en el cuerpo a la familia».
El servicio de recogida de basuras en puntos del diseminado «es un servicio caro» a su entender, y engrosa la lista del 'debe' de la ciudad. Los representantes vecinales de esta formación política que pretenden llegar al Ayuntamiento para arreglar «este desaguisado», se preguntan «cómo una ciudad que pretende estar entre las mejores en materia turística, puede permitirse una trastienda tercermundista que causa rubor a cualquier chiclanero». Ellos consideran que la situación «puede cambiar», y aspiran a hacerlo desde el salón de plenos.