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ESPAÑA

La A gana a la Z en caso de desacuerdo

Los Álvarez, Alonso, Abad, Arroyo o Aznar arrasan frente a los Zamorano, Zapatero y Zumalacárregi El Gobierno subraya que la nueva regulación de los apellidos hará valer la igualdad ante la ley

RAFAEL HERRERO
MADRID.Actualizado:

La A gana a la Z por goleada. O Aznar a Zapatero. Apellidos como Álvarez (que ocupa el puesto 16 en España, según el INE, con 286.522 personas que lo tienen como primer apellido y, como segundo, 285.644), Alonso (200.505 primeros apellidos, 199.138 como segundos), Abad, Arroyo o Aznar (12.705 de primero y 12.778 de segundo) tienen un futuro esplendoroso en España. Mientras que otros arraigados en la historia como Zamorano, Zapatero (2.590 como primer apellido, 2.567 de segundo), Zenarruzabeitia, Zumalacárregui o Zúñiga lo tendrán más complicado para sobrevivir con el paso de las generaciones, si es que el proyecto de ley del Registro Civil que fue aprobado en Consejo de Ministros, y que está a la espera de tramitarse en el Congreso de los Diputados, es aprobado en los términos redactados por el Gobierno.

Una de las reformas más llamativas incluidas en el proyecto se centra en los apellidos de los recién nacidos, ya que se eliminará por completo la prioridad del padre y el orden se fijará por el común acuerdo de ambas partes, padre y madre. Pero si existe desacuerdo o no se especifica el orden deseado, los apellidos irán por orden alfabético. La reforma del Código Civil que se llevó a cabo en 1999 ya introdujo la posibilidad de que los padres decidiesen invertir el método tradicional y poner primero el apellido de la madre. Pero, si no había acuerdo, seguía prevaliendo el del padre. Si se aprueba el nuevo proyecto, los apellidos del hombre ya no tendrán prioridad sobre los de la mujer. ¿Se pueden ir perdiendo paulatinamente los apellidos ubicados en los últimos lugares del orden alfabético?

Además, el orden de los apellidos del primogénito determinará el del resto de los hijos. La reforma legal también pretende facilitar el cambio de apellido, que en la actualidad es un proceso arduo, en determinadas situaciones como cuando el solicitante de la autorización sea víctima de violencia de género.

Decisión de los padres

Para el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, la ley que prevé eliminar la preferencia del apellido paterno en los recién nacidos se lleva a cabo «para hacer valer la igualdad que establece el artículo 14 de la Constitución». Caamaño añadió que, con este cambio, no cree que corran peligro de extinción determinados apellidos, una hipótesis que calificó de 'excepcional'. A su juicio, esta medida «es una consecuencia del principio de igualdad entre hombre y mujer» y tiene como 'regla' básica que sean los propios padres quienes decidan, de mutuo acuerdo, el orden de los apellidos para sus hijos.

«El sistema alfabético -incidió Caamaño- solo se utiliza en caso de desacuerdo» entre los padres biológicos o adoptantes. Dijo el titular de Justicia que esta legislación «es respetuosa con la voluntad» de los progenitores, toda vez que permite situarles «en plano de igualdad» y solo si hubiese conflicto se aplicaría el sistema de orden alfabético que recoge la nueva norma.