Faltan cosas por hacer en un lugar que fue marginal
Actualizado:Hablar en Chiclana de Solagitas hace años suponía hacerlo de una zona sin ley. En los últimos años, el esfuerzo del Ayuntamiento y de los vecinos ha convertido a esta barriada de las afueras, en un residencial donde conviven familias trabajadoras. Sin embargo, algunos servicios como el alumbrado o la presencia policial son menores que en otros puntos del término municipal. Los vecinos se quejan de la peligrosidad del tráfico, que recientemente ha sido paliada con la instalación de varios semáforos. En la zona de Los Frutales, el abandono se traduce en coches abandonados, animales vagando o socavones en la calzada.