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Las almadrabas sacan pecho ante las críticas de la flota industrial

El sector denuncia la «avaricia» de los barcos de cerco catalanes, y prepara la comisión que decidirá los cupos de capturas en París

BARBATE. Actualizado: Guardar
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El ataque directo y personal contra las almadrabas gaditanas realizado el martes por la flota de cerco de atún rojo catalana que gestiona el Grupo Balfegó, ha tenido una respuesta contundente desde la provincia.

«Ellos dicen que tenemos un beneficio de 16 millones de euros. ¡Ojalá!», ironiza Diego Crespo, gerente de la OPP-51 de Productores Pesqueros de Almadraba.

Su compañera al frente de la defensa de los derechos de la flota artesanal del atún rojo en Cádiz, Marta Crespo, va más lejos. «Lo que pretenden los catalanes es asustarnos. Pues que les quede claro que no nos van a amedrentar, y que seguiremos defendiendo con uñas y dientes nuestra tradición y puestos de trabajo».

El enfrentamiento abierto entre pesquerías tiene detrás un escenario de reducción de capturas. Hace unos días todas las flotas artesanales del país pidieron de manera conjunta una moratoria de al menos dos años para los cerqueros. «Son ellos los que han esquilmado el recurso», recuerdan.

Eso ha escocido a los industriales. Pero basta un dato. En apenas un lustro, la media docena de barcos catalanes, que apenas generan un centenar de empleos directos, han multiplicado por dos su eslora y por diez la potencia de sus motores, lo que les permite capturar en una semana lo que las cuatro almadrabas pescan en un año.

La guerra está servida. Los almadrabreros lamentan «la avaricia» de la flota de cerco, que a su juicio es la responsable de la sobreexplotación de la especie.

Si finalmente Europa decreta esa veda de pesca a la flota industrial, los científicos estiman que el atún rojo podría recuperse antes de lo previsto.

Es un buen dato, que no oculta sin embargo la preocupación gaditana por lo que pueda ocurrir del 17 al 27 de noviembre en la reunión del organismo de control de la especie, Icaat, en París. «Si se baja de las 13.500 toneladas de pesca máxima sería catastrófico», auguran los almadraberos.