Nuevo Gobierno, crisis resuelta
DIPUTADO NACIONAL POR CÁDIZ DEL PPActualizado:Esa es la conclusión a la que ha llegado Zapatero y a la que se agarran los socialistas como tabla de salvación ante la pérdida de confianza de los ciudadanos y la constatación popular de que son incapaces de dar respuesta a la situación económica y al desempleo. Una vez comprada y pagada la posibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado, lo que les garantiza gobernar hasta final de la legislatura, Zapatero se enfrenta a la falta de confianza de los ciudadanos, que ya no se dejan engañar con falsas promesas y medidas desacertadas, conscientes de que lejos de ser efectivas, cada vez nos arrastran más a la cola de Europa. Ya los ciudadanos no se encandilan con las medidas estrellas que luego tenemos que pagar todos y hunden nuestra economía, ni con los gobiernos floreros y paritarios de cuyo fracaso sólo es culpable quien lo nombró y dirigió. Consciente Zapatero de esta situación, da un nuevo golpe de timón y hace otra remodelación recurriendo a la vieja guardia, de nefasto recuerdo pero capaz, según él, de vendernos bien una gestión que no dará respuesta a la situación económica y la creación de empleo que es la que necesitan los ciudadanos, pero sí nos hará ver que el culpable de todo es el PP.
Prueba de ello la ha dado este fin de semana Rubalcaba en su primera visita a Cádiz como nuevo y todopoderoso vicepresidente, portavoz y ministro de Interior. Ha empezado su trabajo vendiendo humo al decir que trabajan en una nueva agenda social que promueve salidas a la crisis en la que los jóvenes y parados de larga duración sean objetivo prioritario para evitar que la recuperación económica provoque nuevas exclusiones. Y para ello la solución estrella que aporta es recuperar el diálogo con empresarios y sindicatos tras la reforma laboral. Por muy buen comunicador que sea Rubalcaba, la nueva estrategia no es vendible ya que eso mismo se intentó y tras dos años de negociaciones sin resultado, el Gobierno aprobó una reforma laboral rechazada por ambas organizaciones sociales. Nadie puede creer que ahora venga Rubalcaba con la varita mágica que le ha entregado Zapatero y sea capaz, con buenas palabras, de darle la vuelta al calcetín del desacuerdo laboral. Y menos aún con la receta de que las políticas activas de empleo se centrarán en los jóvenes que dejaron sus estudios para trabajar en la construcción y en los parados mayores de cuarenta y cinco años.
No niego que el objetivo es muy loable pero los medios para conseguirlo lo imposibilitan pues en el Proyecto de Presupuestos para 2011 no figuran partidas para planes específicos de Políticas Activas de empleo para Andalucía y sí para otras comunidades. Y para colmo sobre las políticas activas de competencia de la Junta, el informe del Observatorio Económico de Andalucía concluye que las políticas de formación y activas de la Junta han sido un despilfarro e incapaces de crear empleo. Dijo también Rubalcaba que no podemos salir de la crisis haciendo lo mismo que hasta ahora, y no podemos estar más de acuerdo con él, y nuestra sorpresa es mayúscula cuando dice que hemos tenido empacho inmobiliario, pero no se puede pasar del empacho a no comer y por lo tanto habrá que recuperar el sector inmobiliario con una dimensión correcta. Me pregunto cómo no se han dado cuenta en estos seis años y medio de gobierno, en los que han criminalizado el ladrillo como motor económico y han buscado una alternativa, que no han encontrado, para volver otra vez, al denostado ladrillo. También ahora Rubalcaba se acuerda de que hace falta reformar la educación, la innovación, el sistema de ciencia y tecnología. Lo podían haber hecho como también se les está exigiendo una línea coherente en las políticas energéticas y no son capaces y el sector está buscando invertir fuera porque aquí no hay seguridad ni garantía.
Los argumentos dados por los socialistas son tan conocidos como falaces pero tienen la misión de hacer creer que con el cambio de Gobierno se ha producido una catarsis en toda España que los sitúa ya, desde ese momento, como ganadores y merecedores de la reelección, pues serán capaces de comunicar mejor y conseguir que los ciudadanos -en palabras de Rubalcaba- comprendan su política y las reformas económicas y sociales puestas en marcha para acelerar la recuperación económica y la creación de empleo (¿). Menudo trabajo tiene para convencer de tanto con tan pocas y tan negativas actuaciones. Pero el gran recurso, el verdadero mensaje-fuerza es como siempre criticar al Partido Popular, olvidándose que son ellos los que gobiernan y los que han cometido una serie de errores y despilfarros que han hecho posible el hundimiento de nuestra economía y ser responsables de convertir a España en el país que más empleo ha destruido, cuando era el que más empleo creaba y de ser uno de los países más solventes y de más confianza en uno de los más cuestionados y que más preocupa al resto de la UE. Esto es lo que verdaderamente espera Zapatero de Rubalcaba, ese es el sitio que ni pintado para sus habilidades, pero no puede amenazar con que el PP hará recortes sociales porque son ellos los que ya los han realizado. A los españoles ya no les valen argumentos ideológicos del tipo aborto, igualdad, memoria histórica, etc. que han utilizado para contrarrestar su incapacidad para sacarnos de la crisis a la vez que los demás países; ahora lo que nos vale es mejorar la economía, recuperar el empleo e incrementar la calidad de vida que hemos perdido con el Gobierno socialista. Y eso no se consigue sólo con palabras.