«Tengo que centrarme más en el fútbol»
Drenthe pide perdón por conducir de forma temeraria en la noche alicantina
Actualizado: GuardarUn día después de trascender que la policía le sancionó por conducción temeraria en la noche alicantina, el holandés Royston Drenthe dio un paso al frente, se confesó ante los medios, pidió disculpas y aceptó que debe de concentrarse más en el fútbol y menos en otros asuntos que le perjudican. «Lo siento mucho por la gente a la que haya hecho daño», enfatizó Drenthe, 'cazado' en torno a las cuatro de la madrugada del 27 al 28 de octubre por circular con su vehículo a unos 160 kilómetros por hora, saltarse una mediana y hasta seis semáforos en rojo. El defensa, cedido por el Real Madrid al Hércules, evitó profundizar en el asunto pero aseguró que se han publicado cosas falsas e insistió en que todo se debió a una «urgencia» médica.
Una vez inmovilizado su vehículo, Drenthe explicó a los agentes que condujo así desde el Puerto de Alicante, una de las zonas de ocio, hasta la puerta de la clínica Vistahermosa porque su acompañante y amigo se estaba muriendo. Horas después, empero, el médico de guardia explicaba que el paciente sufría una indisposición originada por el abuso de bebidas alcohólicas.
«Alicante es una ciudad muy pequeña como para correr tanto. Si no tengo una razón para hacerlo, no lo hago, pero tampoco tengo dudas en reconocer que iba rápido y por eso digo que lo siento», subrayó Drenthe ayer. El jugador ya le comentó lo sucedido a su técnico, Esteban Vigo, al día siguiente de que ocurrieran los hechos porque era consciente de que, tarde o temprano, podrían filtrarse a los medios.
Otro exceso
El último exceso de Drenthe, quien ya en el Real Madrid hizo propósito de enmienda y prometió dedicarse más de lleno a su profesión, tuvo lugar después de que participase en el último partido de Copa entre el Hércules y el Málaga. Eligió esa noche para salir porque después de un partido está «lleno de adrenalina» y no puede dormir. Aceptará una eventual sanción del club porque cometió un error, pero se escuda en que el falló obedece a «una razón».
Resta saber a partir de ahora si, como él mismo pregona, por fin ha llegado el momento de recapacitar y conseguir que sólo se hablen de esas galopadas y 'bicicletas' que encandilan a los aficionados del Hércules, y no de sus excentricidades fuera del campo. «Tengo que concentrarme en el fútbol y no hablar de otras cosas».