Un dispositivo 'made in' Cádiz
Actualizado:«Enviar un aparato a 4.000 metros de seguridad implica un gran coste», reconoce Ignacio González-Gordillo. Por este motivo, «nunca se han tomado muestras a tanta profundidad». Su invento es un híbrido de las botellas oceanográficas que se usan en las capas más superficiales y las redes de plancton, que permite incrementar el número de litros que se recogen en cada muestreo. «En las zonas más profundas, la densidad de los microorganismos es muy pequeña, por lo que los 12 litros no son suficientes para una muestra representativa». Así, su patente es capaz de filtrar en el recorrido de subida hasta 8.000 litros de agua a un coste ínfimo. «Es una idea sencilla que resuelve un problema que no estaba resuelto», resume Fidel Echevarría. No es difícil adivinar la repercusión que tendrá en el mercado este dispositivo con sello gaditano.