Facturas sombra
Actualizado:Todos sabemos que, en muchísimas ocasiones, no damos su justo valor a todo aquello que nos viene dado gratuitamente. Quizás por ello la Consejería de Salud ha estimado conveniente que, de una vez por todas, nos enteremos de lo que, en realidad, cuesta el seguimiento de nuestro colesterol, el parto de los mellizos o las cataratas de la abuela. Dentro de poco, cada vez que acudamos a un centro médico, para hacernos una radiografía, someternos a una intervención quirúrgica o ver si el corazón puede aguantar algunos sustos más, nos van a entregar lo que ha venido en llamarse «factura sombra», documento en el que se especifica, con decimales, el costo del correspondiente servicio. La iniciativa ha comenzado a implantarse en la Empresa Pública Hospital Costa del Sol y, presumiblemente, se extenderá en un futuro cercano a las actuaciones sanitarias de otras empresas públicas dependientes de la Consejería y al Servicio Andaluz de Salud. Ya sabemos que esta campaña divulgativa va orientada a que tomemos conciencia del valor de los servicios que recibimos, y a que nos hagamos más responsables en el uso y disfrute de los recursos públicos, aunque en el caso de las facturas sanitarias y para evitar, en lo posible, que nos invada una excesiva mala conciencia, también deberíamos contrastar los datos de la factura con el histórico de los pagos de las cuotas a la Seguridad Social. Pero, realmente, se trata de una muy feliz iniciativa que debería extenderse a todos los aspectos de la cosa pública y de los dineros de todos. Por ejemplo, deberíamos saber lo que nos cuesta el disfrutar todas las semanas con la apasionante lectura de esas exquisitas memorias, informes, anuarios y publicaciones, a todo color y en el más refinado papel, con las que nos obsequian, reiteradamente, por duplicado o triplicado, las instituciones públicas. Sería interesante conocer también el coste de los 38.000 teléfonos móviles, a cargo de las administraciones, cuyas melodiosas sintonías de llamadas nos alegran el oído en todo el territorio andaluz, o lo que pagamos por tener, a nuestra total disposición, nuevos organismos dedicados a hacer las tareas que corresponden a los funcionarios públicos. Evidentemente son solo algunos ejemplos de todos aquellos hacia los que nos mueve la curiosidad.