Cabaña "da la cara" para "comerse el marrón"
Actualizado:El presidente de la Diputación, alcalde de Benalup, líder provincial del PSOE y cara más reconocible de los socialistas gaditanos en la actualidad admitió ayer sus dificultades para transmitir una buena imagen. Evitó pronunciar esa frase textual, pero su gesto, el de convocar a los medios de comunicación sin guión ni declaraciones que hacer, con un café de por medio, para "responder a lo que queráis hasta el límite de lo razonable", demuestra que ha llegado a la conclusión de que debe explicarse más y mejor. Esa necesidad de establecer nuevas vías de comunicación con los ciudadanos recorre la médula de la estructura socialista, desde ZP y Rubalcaba hasta la provincia más meridional de la Península.
De La Moncloa hasta Cádiz. En esa nueva etapa, González Cabaña admitió que pretende comunicarse "con más frecuencia y cercanía" con los presuntos intermediarios de los ciudadanos, los medios de comunicación. "Para evitar que siempre recurráis a ese compañero de partido llamado 'fuentes de', lo que supone un riesgo de intoxicación para los periodistas, puesto que lo que dice casi nunca responde a la realidad. Estoy dispuesto a contestar a lo que me preguntéis porque de aquí a mayo habrá una notable intensificación de todo lo noticiable, así que lo hago por interés periodístico, por el de mi partido y por el mío". Con esa exposición previa, se arrancó a contestar lo que terciara, de sus diferencias con históricos de la dirección provincial a su relación con Pilar Sánchez, del proyecto de Valcárcel a la mala imagen de Diputación, de su futuro político a los sondeos preelectorales.
En ese repaso general, admitió que su trato personal con la alcaldesa de Jerez ha sido complicado, pero negó que "el informe de la ejecutiva provincial la cuestionara". Dio por bueno que la Diputación "debe explicar mejor que no es un cortijo en el que nadie entra sin pasar por un proceso de selección" pero dejó claro que "no hay enchufismo". Alabó a Juan Cornejo, que esta tarde pasará a ser miembro de la dirección regional del PSOE, y a José Luis Blanco, "me quieran más o menos", por sus trayectorias y capacidades. Incluso, llegó a admitir que pensó en proponer que la Ciudad de la Justicia pasara a ocupar Valcárcel, una vez que el proyecto hotelero se ha caido. "Los últimos 15 días no han sido los mejores como presidente de Diputación". Pero quiere empezar "un tiempo nuevo" y aunque se mostró convencido de que su partido conservará la Diputación y gobernará en muchas alcaldías de la provincia, ha decidido protagonizar en primera persona la campaña electoral. "Antes, nos pudimos permitir campañas de carácter más técnico.
Ahora habrá que darle un fuerte giro político. Estoy dispuesto a dar la cara. Aunque me digan que me voy a comer un marrón. Me gusta comerme marrones en política. Si no los hay, no me gusta. Ya me pasó cuando era vicepresidente de Diputación con Román. Que cuando había un marrón, era para mí. Ahora, igual. Me gustaría que mi cara estuviera junto a las de los aspirantes a alcaldes en todas las calles, en cada cartel junto a cada candidato".