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Lorenzo superó a Rossi en carrera y el italiano tuvo que conformarse con la segunda plaza del podio. :: AFP
Deportes/Motor

El campeón no descansa

Dos meses y medio después, Lorenzo gana en la categoría reina, seguido de Rossi y Dovizioso

J. P. M.
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Han tenido que pasar dos meses y medio -desde el circuito de Brno a mediados de agosto- para ver a Jorge Lorenzo en lo más alto del podio. Más de 75 días para que, una vez asegurado el título Mundial, el balear volviera a pilotar sin anclajes. Y liberado de la presión, ayer demostró que no se cansa de ganar. El campeón tenía alguna espina clavada que le incomodaba en el mono, y le dejó de molestar. La alegría volvió a quedarse en la parte derecha del box de Yamaha. Al otro lado del muro hubo sonrisas, pero no tantas. Rossi fue segundo y Dovizioso salvó el honor de Honda tras una bonita pelea con Simoncelli.

Sobre una pista muy fría y sin haber probado la configuración en seco durante todo el fin de semana, los pilotos de la categoría reina afrontaron una carrera incierta. Lorenzo había sido el más rápido en mojado, pero eso no significaba mucho. No, con las nuevas circunstancias. Nada más apagarse el semáforo, el balear salió bien, Rossi regular y Pedrosa bastante mal. El catalán todavía no esta recuperado y lo dejó patente con una carrera de más a menos.

Lo que tenían que ser unas primeras vueltas de tanteo para calentar el neumático, se convirtieron en un arreón de Rossi, que provocó que Stoner se fuera por los suelos al intentar estar en los puestos delanteros. El italiano hizo la selección, y el australiano en, esta ocasión, dio la de arena.

Remontada

En principio se marchó en solitario y llegó a tener cerca de dos segundos sobre Lorenzo, pero el balear sacó el martillo y la lima en el momento justo, estabilizó la desventaja y comenzó a reducir la diferencia de tal forma que, a falta de 16 giros, encadenó varias vueltas rápidas. Dos más tarde ya estaba a rebufo del de Tavullia. Cada vez quedan menos opciones de ver a dos pilotos de semejante calibre en la cabeza con motos exactamente iguales, y parecía que se avecinaba otro cuerpo a cuerpo de los que hacen época.

Nada de eso. A falta de una docena de vueltas, al final de recta, el mallorquín hizo que el italiano metiera el pie al final de curva. Lo pasó. Ahí se acabó todo. El español comenzó a tirar como un descosido y no hubo forma de seguirle. Los dos segundos de ventaja que le llevaba a falta de ocho giros, se convirtieron en más de ocho al final de carrera. La verdadera batalla estaba detrás. Un crecido Simoncelli plantó cara a una moto oficial. Se pasaron y repasaron varias veces y el de Forlimpopoli le rebasó en la misma línea de meta.

Pedrosa concluyó en octava posición, Barberá, décimo y Bautista, un puesto por detrás. Checa abandonó porque se le agarrotó el brazo derecho. El 'toro' vivió un fin de semana para olvidar. Queda la carrera de Valencia y eso será otra historia.