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Rubalcaba entrega la distinción ayer en la Comandancia. :: R. RÍOS
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«Seguiré llevando siempre el tricornio con orgullo»

Nicolás Bernal Cruz de Plata al Mérito Civil

PILAR SOLÍS
CÁDIZ.Actualizado:

Está satisfecho y muy orgulloso de su trabajo en la Benemérita. No en vano, ha dedicado a su oficio más de media vida. Nicolás Bernal, guardia civil jubilado el pasado mes de agosto, no pudo contener ayer la risa cuando comenzaba su discurso.

Los nervios afectan a cualquiera que está acostumbrado a pasar desapercibido y a escapar de las miradas indiscretas. Ayer, Bernal se había convertido de golpe y porrazo en el centro de atención de los medios de comunicación. Y no era para menos. El propio ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, le entregaba a primera hora de la mañana una más que merecida condecoración. Nicolás no quiso dejarse a nadie en el tintero y agradeció la asistencia, uno por uno, de sus compañeros, de las autoridades presentes y en especial de su familia.

«He pasado tanto tiempo fuera de casa que, para mí, el muelle del puerto de Cádiz se ha convertido en mi segundo hogar», reconocía el agente jubilado. A su pesar, en agosto le llegó la hora de retirarse, algo que considera le fue bastante difícil, después de llevar toda una vida entregado a su trabajo a la Benemérita. «Ser Guardia Civil es algo más que un trabajo, aunque a veces me haya tenido alejado de mi familia más de lo deseado», explicaba visiblemente emocionado.

Nicolás Bernal ni siquiera nació pensando en el tricornio. Este puertorrealeño se dedicó hasta los 18 años a labrar el campo y después trabajó de laminador de una chatarrería de Puerto Real. Una noche conoció a un agente de la Guardia Civil retirado y trabó una gran amistad con él. Fueron sus vivencias, sus anécdotas, su manera de entender el oficio, lo que le hizo al agente, ahora condecorado, cambiar la chatarrería por el tricornio. «Desde entonces, esta profesión ha sido mi vida», confiesa.

Y a fe que lo ha demostrado a través de su trabajo. Ayer, Nicolás Bernal se mostraba extrañado por ser objeto de una condecoración tan solemne: «Todo lo que he conseguido ha sido fruto del trabajo en equipo con mis compañeros».

Frente a sus amigos reconoció que le cuesta trabajo dejar el cuerpo, aunque también está seguro de que tiene por delante retos igual de difíciles de a los que se ha enfrentado en los últimos años. «Recuperaré el tiempo perdido con mi familia. Pero he llevado y seguiré llevando para siempre el tricornio con orgullo. De eso estoy más que convencido», aseguró.