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Las alumnas del ciclo de Estética dan sus primeros pasos con las pinzas de depilar en el aula superior del edificio anexo a Elcano. :: ESTEBAN
EDUCACIÓN. IES Juan Sebastián Elcano (Sanlúcar)

Más allá de los rulos

El ciclo formativo de Peluquería y Estética abarca desde anatomía y cosmetología a la gestión laboral PARA PARTICIPAR:

LOLA RODRÍGUEZ educacion@lavozdigital.es
SANLÚCAR.Actualizado:

No son más de diez mujeres las que esperan pacientes su turno. Por la puerta que da al patio entra ya ese fresco que augura un invierno frío, y sólo a las gaviotas, que recogen las miguitas del recreo, parece no molestarles. Pero dentro se respira la acción y el ir y venir de las alumnas caldea el ambiente. Por unos instantes, todas rodean la mesa donde la profesora reparte el trabajo del día. Entonces Myriam se aproxima al grupo y al poco ya está Pilar sentada frente al espejo, que cubre todo el testero de la sala. «Tiene el cuero cabelludo enrojecido y le escama demasiado. Lo más conveniente es que vaya al dermatólogo y que le ponga un tratamiento».

Esta mañana toca clase de coloración. «Primero tienen que analizar el cabello para comprobar que no haya ninguna anomalía. Han de saber cómo funciona el color y cuál es el porcentaje de cabello blanco para elegir el tono más adecuado». Juana Ruiz es la profesora. «El primer curso es más teórico. Y siguen adelante los que realmente les gusta. Aparte que hay algunos con más destreza que otros, es algo innato».

Esta mañana, las alumnas tienen la oportunidad de dejar a un lado los maniquíes para practicar con mujeres de carne y hueso. Muchas ya son clientas habituales en esta peluquería de aprendices. Además de la ventaja para las chicas, el bolsillo de las señoras también sale ganando: cinco euros el tinte para cabello largo y sólo tres si es corto. «Llevo varios años viniendo, me encuentro muy a gusto. Y sale mucho más barato». ¿Y el resultado? «Hombre, están aprendiendo. Pero la voluntad es mucha...».

El ciclo formativo de Peluquería y Estética del instituto Juan Sebastián Elcano, de Sanlúcar, es uno de los más veteranos de la provincia. No pocos de los profesionales que trabajan en la Costa Noroeste se han formado en este centro con un FP que, además, sirve como trampolín para acceder a estudios superiores. Estos son los planes de Myriam García, de 22 años. «Ya hice los dos años de Estética y ahora estoy con Peluquería. Pero mi idea es ampliar más el campo, por eso me gustaría estudiar Asesoría de Imagen, que está relacionado con el mundo del protocolo, el saber estar, las habilidades sociales...». Este ciclo de grado superior sólo se imparte en Sevilla, Granada y Málaga. Muy vinculada a las relaciones públicas, la asesoría de imagen conecta con un espectro económico -organización de eventos y presentaciones en torno a las grandes empresas, moda y comunicación- que no está aguantando nada mal el envite de la crisis.

La vocación manda

Su despertador suena a las seis de la mañana. Hasta las cuatro y media de la tarde no está de vuelta a casa. Pero su vocación bien vale varios años de madrugones y almuerzos a deshoras. Tamara Fernández, de 19 años, toma el autobús a diario para venir desde Las Cabezas de San Juan. Porque la otra opción para estudiar, Sevilla capital, era más lejana aún. Pero ella, que en su cuerpo menudo encierra la audacia suficiente como para conseguir su objetivo, no se queja por las dificultades. «Lo que quiero es conseguir trabajo. Ya estoy echando currículums en todas las peluquerías y en las del pueblo de al lado».

Pero reconoce que su verdadera ilusión sería montar su propio negocio. Como la de María José González y Christian Lara. Y eso, a pesar de que las peluquerías crecen como setas. Ellos no son ajenos a esa feroz competencia. «Tenemos que diferenciarnos del resto y ofrecer algo propio. Tener nuestra propia seña de identidad». Más allá de la teoría y la práctica, los alumnos aprenden a valorar la importancia de la renovación constante que este oficio les requerirá cuando estén en liza. «Surgen nuevas modas continuamente y para mantener el negocio, los peluqueros tienen que actualizarse continuamente y no dejar de aprender y hacer cursos».

El 'Corazón partío' de Alejandro Sanz desciende por las escaleras que conducen al aula de estética. Allí el ritmo es más sosegado, las clientas se tumban relajadas -en la medida de lo posible- para que las alumnas den sus primeros pasos con las pinzas, siempre bajo la atenta mirada de la profesora, María del Mar Goncet. «Aprenden cosmetología, que es la composición y funcionamiento de los cosméticos, que es pura química, anatomía para conocer la piel, su PH... Pero también administración y gestión de empresas, economía, orientación laboral...». Todo ello enfocado a la creación de un gabinete de belleza propio, como el que le gustaría montar Elisabeth López, de 21 años. «Es lo que siempre he querido hacer».