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La última marcha de Marcelino
MADRID. Actualizado: Guardar«Si uno se cae, se levanta inmediatamente y sigue adelante». Estas fueron las últimas palabras que Marcelino Camacho musitó antes de fallecer. Con este mensaje final del fundador de CC OO, su viuda, Josefina Samper, quiso agradecer el apoyo y cariño que le transmitió la marea de ciudadanos que inundó ayer las calles más céntricas de Madrid.
La fuerte lluvia que caía sobre la capital se tomó una tregua para que el cortejo fúnebre hiciese el recorrido desde el auditorio sindical Marcelino Camacho a la Puerta de Alcalá, escenario de muchos de sus mítines del 1 de Mayo y punto final de la marcha tras la matanza de los abogados laboralistas de Atocha, el episodio más amargo de la historia de CC OO.
Tras cuatro coches fúnebres llenos de coronas y ramos de flores -que no cesaron de llegar hasta minutos antes del acto- viajaba el ataúd y muy de cerca le seguía un coche que trasladaba a «su compañera de vida». Josefina no dejaba de saludar, mandar besos y levantar los puños en señal de apoyo a las proclamas sindicales de la gente que acompañaba la comitiva. Los tres secretarios generales que sucedieron a Camacho al frente de CC OO -Antonio Gutiérrez, José María Fidalgo e Ignacio Fernández Toxo-, acompañados del actual secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, encabezaron a píe el cortejo. A lo largo del recorrido, y rompiendo el protocolo fúnebre, se oyeron numerosas recriminaciones a este grupo principal por sus actuaciones en el pasado o sus decisiones en el presente.
Los estandartes de CC OO y el Partido Comunista (PCE) hondearon al paso del cortejo. Las banderas tricolores se mezclaban con las autonómicas, llegadas de todos los puntos de la península y portadas por gente que había emprendido su viaje en plena madrugada para dar el último adiós «al camarada Marcelino». Entre las pancartas con mensajes de apoyo al desaparecido sindicalista se podía contemplar alguna que otra con la efigie de Dolores Ibarruri, 'La Pasionaria', otra de las figuras más destacadas del comunismo en España.
El homenaje recordó a las múltiples manifestaciones en las que había participado Camacho en vida. «Viva la lucha de la clase obrera» o «Aquí se ve la fuerza del PCE» fueron algunas de las arengas más repetidas en el recorrido de poco más de un kilómetro.
En el escenario, levantado frente a la Puerta de Alcalá, la escritora Almudena Grandes destacó que el fundador de CC OO fue «uno de los verdaderos padres de la democracia que hoy disfrutamos» y «una persona que puso por encima de todo la dignidad de la clase obrera». «Marcelino, tu ejemplo nos acompañará siempre. Olvidarlo sería tan grave como no recordar nuestro propio nombre», subrayó la novelista.