Arrestan en Algeciras a El Rifeño, «jefe» de una mafia de narcos marroquíes

Confiado quizá con que ya nadie lo buscaba, que pasaría desapercibido en la frontera, K. A. H. 'El Rifeño', un marroquí de 38 años considerado cabecilla de una banda de narcotraficantes que introducía droga en nuestro país, regresó el pasado fin de semana a España desde su cuartel general al norte de Marruecos.

Se alojó en Algeciras, donde apenas salía a la calle, pues nunca llegó a perder la cautela. Pero el pasado martes, en una de esas salidas, mientras estaba sentado tranquilamente en una cafetería de la ciudad, un grupo de agentes de la Guardia Civil cayeron sobre él y lo detuvieron, dando así por terminada la 'operación Monasterio' que el pasado verano logró desarticular la mafia que presuntamente lideraba.

'Operación Monasterio'

En aquella operación, llevada a cabo por el Equipo Antidroga de la Comandancia de Algeciras, se incautaron 651 kilos de hachís y se detuvo a nueve supuestos miembros de esta mafia, que utilizaba todo tipo de métodos para introducir la droga en España: desde los dobles fondos en vehículos que viajaban en los ferries desde Tánger, a los alijos en las playas de la provincia desde lanchas fueraborda, motos de agua o y embarcaciones recreativas. Esta diversidad de 'modus operandi' tendría como objetivo dificultar la labor investigadora y garantizar el paso de droga por alguno de los canales.

Aunque la actuación fue un éxito, quedaba por detener al cabecilla, quien suministraba la droga y quien dirigía y planificaba los alijos. La Guardia Civil lo había identificado como El Rifeño, pero al encontrarse en Marruecos su arresto se complicaba. Los agentes del EDOA sólo esperaban que se confiara, una vez pasado el tiempo, y regresara a la península para retomar el negocio y cerrar algún trato. Y al fin, el pasado domingo, fue identificado en uno de los pasos fronterizos del muelle de Algeciras. Sólo había que vigilarlo.