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Muere un bebé que nació en casa por deseo de los padres

Tras el alumbramiento, asistido por una matrona, fue trasladado de urgencia a un hospital, donde ya no pudieron hacer nada por salvar su vida

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Una niña recién nacida murió el pasado lunes en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, tras ser llevada con urgencia desde una casa particular en la que su madre había dado a luz. En el hospital intentaron por todos los medios salvarle la vida, pero el personal sanitario no pudo evitar su muerte.

El nacimiento estaba programado por los padres para que tuviera lugar en su casa con el control de una matrona. En Extremadura ya hay varias asociaciones que fomentan este tipo de nacimientos. Una representante de una de estas asociaciones asegura que la muerte del bebé no se debió a haber nacido en una casa. «El parto estuvo en todo tiempo controlado, era normal y no tuvo complicaciones -afirma esta persona que prefiere no dar a conocer su nombre-. El problema es que la niña tenía una patología que no se podía detectar durante el embarazo y ha muerto como consecuencia de esa patología. Pero de haber nacido en el hospital también se habría muerto». Era el segundo parto de la mujer, que en el primero no había tenido problemas.

Este suceso está suscitando una polémica. Según las asociaciones que están fomentando los nacimientos en los domicilios familiares, con ellos se evitan cesáreas innecesarias, a las madres no les tienen que dar puntos, el alumbramiento es mucho más humano y afirman que es tan seguro como los nacimientos en clínicas y hospitales, en donde recuerdan que también mueren bebés.

Frente a esta opinión se encuentra la de muchos médicos, que señalan que en una casa la madre y el niño sólo cuentan con la ayuda de la matrona, mientras que en el hospital están los ginecólogos y la posibilidad de ser intervenida quirúrgicamente con toda rapidez y luego ser atendidos en una UCI.

Retrocesos en el siglo XXI

Para el presidente del Colegio de Médicos de Cáceres, Carlos Arjona, no hay duda: «En pleno siglo XXI no se puede volver al parto en casa -afirma-. Es un retroceso y una barbaridad». Recalca que no es lógico que la sociedad esté invirtiendo en mejorar la atención en los hospitales para volver a tener partos en las casas, en donde afirma que la parturienta y el niño asumen más riesgos. Arjona se pregunta hasta que punto los padres tienen derecho a decidir sobre la seguridad del niño: «Yo tengo mis dudas».

Para el ginecólogo de Cáceres Damián Gallego tampoco hay duda de que lo más seguro para una mujer y su hijo es parir en un hospital: «Se ha avanzado mucho en la atención a las madres y a sus hijos en los hospitales y ahora no podemos volver atrás, aunque sí es cierto que se pueden adoptar nuevas medidas en los centros hospitalarios para humanizar más los nacimientos».