Piden dos años y medio de cárcel para un hincha del Cádiz por herir a un xerecista

Después de dos aplazamientos por diferentes motivos en los últimos meses, la Sección Octava de la Audiencia Provincial acogerá finalmente hoy martes la vista por la agresión que tuvo lugar en un partido de fútbol entre el Xerez y el Cádiz. La Fiscalía pide dos años y seis meses de prisión para un aficionado del Cádiz que presuntamente agredió a un xerecista antes incluso de que comenzara el encuentro deportivo.

La acusación, ejercida por el letrado Antonio Hedrera, solicita al juez tres años de cárcel además de una indemnización de 28.051 euros al herido y el pago de las costas judiciales. No se ha pedido responsabilidad alguna al Ayuntamiento de Jerez, aunque que el grave incidente se produjo en las instalaciones municipales deportivas de Chapín.

Hay que recordar que aquel partido del 18 de junio de 2005 podría suponer el ascenso del Cádiz a Primera División en el campo de su principal rival, el Xerez, por lo que el encuentro fue catalogado por las autoridades deportivas de alto riesgo. Además, se dio la circunstancia de que era el último partido de aquella temporada liguera y, por tanto, el resultado era decisivo para el equipo de fútbol de la capital. El Xerez, por su parte, no se jugaba nada importante ya que a esas alturas de la competición el equipo se había consolidado a mitad de la clasificación de Segunda División.

Dada la rivalidad de las dos aficiones de la provincia, el dispositivo de seguridad contó en aquella ocasión con más de 700 agentes de la Policía Nacional, Local y vigilantes de seguridad privada para garantizar la integridad de los miles de asistentes.

En la cara

Pero, al contrario de lo que pudiera creer, el incidente no se produjo al término del encuentro debido al resultado sino antes de que empezara. Al parecer, el aficionado xerecista recibió el impacto en el rostro de un fragmento de silla que había sido arrancada de la grada en la que estaban los cadistas. El herido sufrió daños en el rostro y también en un ojo. El presunto agresor fue detenido de forma inmediata gracias a la intervención de varios testigos y de los agentes de la Policía Nacional presentes en el estadio. De hecho, arrastra secuelas de por vida debido a una midriasis, es decir, una dilatación permanente de la pupila por lo que sufre molestias, simplemente, por la luz. Según recordó el abogado de la acusación, su representado estuvo mucho tiempo de baja laboral e incluso llegó a perder su empleo debido a las heridas de aquel día.

El último aplazamiento del juicio fue el pasado mes de julio cuando el acusado solicitó otro abogado (poco después se le asignó uno de oficio). La primera vez se debió a que el forense tenía que volver a examinar al herido y se pidió la ampliación del informe. Este caso ha sufrido varios retrasos también en otras fases del proceso por lo que la acusación espera que pueda quedar hoy visto para sentencia.