LA NUEVA MINISTRA
Actualizado:El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) ha sido un Ministerio muy cómodo para Zapatero, no le ha dado problemas. Para ello Elena Espinosa ha tenido que apoyarse en un potente segundo y tercer escalón. A cambio, ha pasado inadvertida. Hasta la fecha, perfecto; pero Zapatero ya no necesita eso, necesita obtener rédito político de un Ministerio donde el medio ambiente es un potente valor que hay que explotar. Sin duda, Espinosa no es la persona, es necesario alguien más mediático, con más bagaje, mejor valorada y más potencial. Ahí entra Rosa Aguilar. Por otro lado, el anuncio del director de GreenPeace de presentar un partido verde en el escenario nacional es una fuerte amenaza para el PSOE, que podría perder muchos votos de una importante izquierda verde, descontenta con la ministra saliente.
Pero, ¿qué pasa con la parte agraria del MARM? En el mejor de los casos nada. Rosa Aguilar, no proviene de este ámbito y debería dejarse llevar intentando que el agro no moleste a su probable principal objetivo político. El problema es que muchos conflictos agrarios surgen de los movimientos ecologistas más sesgados a la izquierda. ¿Cómo los va a lidiar?, ¿qué apoyos va a buscar? Si el planteamiento es hacer un guiño al ecologismo, que se preocupe buena parte del sector, porque los grandes debates agroambientales podrían ser radicalizados. Tampoco hay que olvidar que 2011 va a ser un periodo crucial para la renegociación de la futura Política Agraria Común.
En definitiva, meterse en la cabeza de Zapatero es misión imposible, pero algunas cuestiones clave van a marcar el impacto de este cambio. Por ejemplo, ¿volverá a ser la agricultura una moneda de cambio, en este caso para ganar votantes ambientalistas de izquierda?, ¿va a asumir Aguilar de forma directa la parte agraria de su Ministerio, con el riesgo que supone su desconocimiento de la materia? Si no es así, ¿mantendrá los equipos actuales, que han demostrado ser eficientes o apostará por una nueva línea de combate? Como dice el dicho, virgencita, virgencita, que me quede como estoy.