LA VICTORIA

LLa victoria más importante del Xerez la noche del pasado viernes no estuvo en el terreno de juego, ni en el resultado, ni en los rostros complacidos de técnicos, jugadores y aficionados. El triunfo del xerecismo la noche del pasado viernes estuvo en la sonrisa de su Presidente de Honor. Sí, y escrito con mayúsculas, ¡qué pasa!.

Después de varios meses que para él se quedan, la presión de los medios de comunicación, de la afición y de los propios jugadores y técnicos dio sus frutos, y Joaquín Morales firmó.

Al notario no sólo llegó la rúbrica eximiendo al veterano ex jugador, ex técnico y ex consejero de toda responsabilidad en la deuda contraída por el club con la Tesorería General de la Seguridad Social. La firma de Joaquín Morales llevaba implícita la confirmación de la nula credibilidad que le quedaba. El nazareno sólo ha reaccionado cuando le ha interesado.

Después de poner por delante al tal Javier Tebas, ex vicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional y asesor jurídico del constructor de Dos Hermanas, al máximo accionista de la entidad azulina no le ha quedado otra que achantar para no seguir dañando su ya irreparable mala imagen ante la opinión pública.

Sin embargo, para Rafa Verdú la victoria sí estuvo en el campo, y no en su triunfo personal. Por mucho que haya sufrido, por muy grande que haya sido el peso que se ha quitado de encima, la noche del pasado viernes no hubiera podido dormir tranquilo tampoco si su equipo del alma, su gran amor no hubiera sacado adelante el compromiso ante el Villarreal B.

Algunos se empeñan en llamarlo ingenuidad o ignorancia, yo le llamo lealtad y pasión por unos colores.

Enhorabuena por partida doble, Rafa. Por la victoria y por lo que tú ya sabes.