El recuerdo de Antonio Puerta sobrevoló ayer El Helmántico
El centrocampista Miguel García sufrió una parada cardiorrespiratoria en el campo, pero los médicos y el desfibrilador le salvaron la vida
CÁDIZ/SALAMANCA.Actualizado:Con la mirada perdida, pudo verla cara a cara. Miguel García Tebar se enfrentó ayer con el peor enemigo y de milagro salió victorioso. El futbolista manchego, ex del Cádiz y Las Palmas y ahora enrolado en las filas de la UD Salamanca, luchaba por los tres puntos con el Betis, líder de la categoría. Un 0-2 en el marcador que resultaría anecdótico ante lo que sucedería en el minuto 57.
La atención se ponía sobre el cambio en las filas verdiblancas. Pero en el centro del campo, Miguel se tambaleaba un poco, trastabillaba a los tres pasos y caía muerto al césped. Los compañeros que lo vieron rápidamente pidieron las asistencias. Muchos saltaron al campo, entre ellos los médicos de ambos equipos (Miguel Ángel Garrido y Tomás Calero), que intentaron por todos los medios reanimar al jugador, inconsciente sobre el verde. Durante cuatro minutos se vivió una tragedia en El Helmántico. Marcos Márquez lloraba desconsoladamente. Pepe Mel dialogaba con su colega Óscar Cano, ofreciéndole el fin del partido. El estadio se quedó en silencio, expectante.
La muerte de Antonio Puerta sobrevoló el escenario, y fue 'gracias' a ese drama que ahora es obligado tener en estos recintos un desfibrilador. Debido a la parada cardiorrespiratoria, el jugador recibió los masajes de los galenos y fue sacado en camilla del campo, que dedicó una enorme ovación a su futbolista. Miguel movía la pierna, algo que hacía alimentar las esperanzas de unos compañeros que estaban destrozados con media hora todavía de partido. Fue conducido rápidamente en la UVI móvil al centro hospitalario, donde entró de urgencia.
El médico del Salamanca, Miguel Ángel Garrido, atendía tras el choque a las cámaras de Canal Plus. «Tenía caída la lengua, le hemos tenido que abrir una vía respiratoria y usar el desfibrilador para reanimarle. Por suerte, el jugador ha respondido y ahora se encuentra estable en el hospital. Pero durante 25 segundos permaneció muerto».
Reanimación
Una hora después, los doctores emitían un comunicado en el que se aseguraba que el centrocampista se encontraba fuera de peligro. Comentaron que se trató de «un síncope que le causó pérdida de conocimiento» durante el partido, pero que ya estaba «estable y recuperado».
El jugador fue trasladado al Hospital Clínico de Salamanca con el conocimiento ya recobrado y en una situación médica estable. Una vez en este centro hospitalario, tras los primeros exámenes médicos, se le trasladó a la Unidad de Cuidados Intensivos como medida de precaución para realizarle nuevos estudios coronarios.
La alarma en el fútbol se ha instalado sobre todo tras el desgraciado fallecimiento de Antonio Puerta en 2007 en un Sevilla-Getafe. Esto se unía a la repentinas muertes de Foe y varios jugadores más sobre un terreno de juego. Desde entonces, es obligado contar con un desfibrilador en los estadios y los análisis médicos se han vuelto mucho más escrupulosos. Sergio Sánchez, del Sevilla, lleva más de un año sin jugar por una anomalía coronaria, al igual que el madridista Rubén de la Red, que cayó desplomado en Irún y desde entonces no se ha vestido de corto.