Encierro por la Escuela de Enfermería, día 1

Tranquilo, en familia, con el teléfono desconectado e incluso con una pequeña carrera matutina para oxigenarse. De este modo se preparó ayer el alcalde de Villamartín, José Luis Calvillo (PSOE), para el encierro indefinido que ha iniciado esta mañana. Con él, pedirá al consejero de Economía, Innovación y Empresa, Antonio Ávila, que responda a la petición de adscripción de la Escuela de Enfermería a la universidad portuguesa Fernando Pessoa.

La huelga ha comenzado a las 9 de la mañana, con la llegada del alcalde al Ayuntamiento. En principio, tiene previsto desarrollar una jornada de trabajo normal, pero sin abandonar el edificio. De hecho, no acudirá al Consejo Rector del Centro de Desarrollo Rural de la Sierra (Ceder) y en su lugar irá el primer teniente de alcalde, Juan Carrero. Éste expondrá allí los motivos de su ausencia.

Desde el Ceder se espera que puedan llegar los primeros apoyos y que, algunos de esos alcaldes, puedan visitar a Calvillo, mostrándole de este modo su apoyo. No obstante, LA VOZ ha podido saber que muchos de ellos ya lo han respaldado, aunque en privado.

No obstante, el regidor no tiene previsto atender la agenda de visitas que le está preparando el partido hasta que llegue la tarde. Un momento antes, al borde del mediodía, Calvillo recibirá a su esposa en el Ayuntamiento quien le llevará comida casera para hacer más llevadera su protesta. De hecho, ambos almorzarán juntos en la Casa Consistorial. Sus concejales, en principio, harán turnos para no dejar solo en ningún momento.

La decisión de Calvillo ha sentando bastante mal en la cuna socialista e incluso ha sacado los colores a algunos líderes provinciales que se encontraban el sábado, cuando la noticia salió en prensa, en el Comité Federal del partido en Madrid. El presidente del PSOE gaditano, Francisco González Cabaña, le envió desde allí un mensaje de texto: «Está tranquilo, se buscará una salida al tema pero que ten mucha prudencia», según destacan fuentes del PSOE local. Otro de los dirigentes que también se ha interesado por él ha sido el consejero de Gobernación, Luis Pizarro.

Calvillo agradeció ayer, a través de un comunicado puesto que rehusó hablar con la prensa, «la inmediatez con la que la Secretaría General de Universidades, de la mano de su titular Francisco Trigueros, se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento con la idea de explicar cuál es el estado de los trámites de adscripción». No obstante, recordó que han sido muchas sus solicitudes de información que se han quedado sin respuesta por lo que «Trigueros no debía haberse sorprendido», ya que la falta de diálogo por su parte es uno de los motivos que justifican el encierro. Según ha podido saber LA VOZ, -desde el PSOE de Villamartín y desde el Ayuntamiento- ya no se ve al secretario general como un «interlocutor válido» sino que se pide que «sea el consejero el que dé la cara».

Celeridad

El alcalde aseguró que no se trata de un trámite complejo ya que sólo hay que seguir los pasos que la Legislación Europea dispone para que una Universidad Europea imparta su grado en un país miembro. Además, recordó que, en principio, se acudió a la UCA para que fuera quien reconociera los estudios y pidió celeridad en el proceso porque «la Sierra no está para seguir esperando».