UNA PROVINCIA CON DOS 'VICES'
Actualizado: GuardarLa provincia de Cádiz tiene dos vicepresidentes en el nuevo Gobierno de Zapatero, el todopoderoso nuevo hombre fuerte, Alfredo Pérez Rubalcaba, y un reforzado Manuel Chaves, que une a su vicepresidencia tercera las competencias de función pública. Uno encabezó la lista del Congreso y el otro la del Parlamento andaluz, por lo que la cuota de poder, o al menos de presencia, que corresponde a los asuntos de interés de los gaditanos en Madrid debe ser mayor.
Ello a pesar de la pérdida de los galones de ministra de Bibiana Aído. Su destitución ha sido absolutamente anómala. Primero porque Zapatero no se lo comunicó antes de que se filtraran los cambios y se enteró por un teletipo que le mostró Hilario Pino en Telecinco, donde comparecía en directo. Vaya como se las gasta ZP. La política gaditana reaccionó con oficio y puso cara de póker. Luego decidió aceptar la secretaría de Estado, para que no pareciera una pataleta, pero ha arrancado el compromiso de que seguirá desarrollando sus proyectos y, en concreto, que sacará adelante la ley de igualdad en el trato, un asunto con suficiente carga polémica como para mantenerla en el candelero nacional por lo que queda de legislatura. Yo soy de la opinión de que, aunque sea una pérdida de rango, Aído mantiene su perfil alto en el presente, pero sobre todo su enorme proyección para el futuro. Colocarla por debajo de Leire Pajín no ha sido muy entendido. Además, su destitución ha despertado una oleada de solidaridad y de apoyo hacia las políticas de igualdad en numerosos círculos que hasta ahora parecían pasivos o poco combativos. Una vez más puede aplicarse el dicho 'nietzcheano' de que «lo que no me mata me hace más fuerte».
De modo que, tras la amplia remodelación y a priori, la provincia sale ganando, igual que lo ha hecho la presencia andaluza, con la incorporación de Rosa Aguilar en una cartera «troncal» como es Medio Ambiente, síntoma también de que las cosas entre San Vicente y Ferraz, sedes del PSOE andaluz y federal, van mejor y se subsanan las diferencias. Otra cosa es qué méritos acumula la ex alcaldesa de Córdoba para dos ascensos tan rápidos, aparte de ser un «guiño» a los votantes de IU. Pero sí tenemos derecho a esperar una mayor sensibilidad hacia nuestros asuntos, como Las Aletas, las costas, el atún rojo, los parques naturales o el sector agroalimentario, tan importantes para el futuro de la economía gaditana.
Como el resto de España, la provincia necesita recuperar la confianza en el futuro, cambiar el paso del pesimismo hacia una recuperación del pulso político. Como sociedad tenemos que aprovechar la oportunidad de esta presencia de nuestros representantes en la cúpula de la «nomenklatura» y reclamarles que escuchen y respondan. Puede parecer cateto o chauvinista, pero aquí ya no estamos para muchas sutilezas. O sea, «dame pan y dime tonto». Que pregunten en Cáritas, en el Banco de Alimentos o en la cola del INEM.
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