El sustituto de Guardans al frente del cine español dice que «no desmontará nada»

«Mi intención no es desmontar nada, en absoluto. El camino está perfectamente marcado por la ministra de Cultura». Carlos Cuadros, flamante director general de cine, declaró ayer en sus primeras declaraciones un talante conciliador a años luz de su antecesor en el cargo, Ignasi Guardans, destituido fulminantemente por Ángeles González-Sinde. Culmina así un año y medio de polémica gestión marcada por el protagonismo de Guardans, ex eurodiputado de CiU, y el enfrentamiento con buena parte del cine español.

Cuadros cambió ayer el despacho de director de la Academia del Cine por el de la dirección general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales. González-Sinde recupera a un hombre de confianza (ella le nombró director de la Academia cuando la presidía) que se reconoce continuador de la labor de Guardans. «El último año y medio he defendido muchísimo en privado su tarea de gestión», asegura Cuadros. «Él empezó una renovación muy profunda y muy definida del entramado legal del cine español».

Nacido en Cazorla (Jaén) hace 39 años, Cuadros deja la Academia, donde ha sido «el técnico que hay detrás de los sueños y las ambiciones» de la institución, en palabras del actual presidente Álex de la Iglesia.