El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (i), y el presidente del partido y vicepresidente tercero del Ejecutivo, Manuel Chaves. / Foto: Efe | Vídeo: Atlas
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Zapatero se lleva el aplauso unánime del PSOE

Los socialistas han sustituido la inquietud cercana a la depresión en la que estaban sumidos por el entusiasmo casi rayano en la euforia

MADRID Actualizado: Guardar
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Con la inyección de moral y optimismo que le ha supuesto la remodelación del Gobierno, el presidente Zapatero se ha presentado ante el PSOE en busca del aval a esos cambios y también en busca del visto bueno al nuevo rumbo que quiere imponer en el partido con la designación de Marcelino Iglesias como nuevo secretario de Organización, en lugar de Leire Pajín. La respuesta del Comité Federal en pleno ha sido unánime: aplauso generalizado que ha hecho innecesaria la votación para certificar el relevo.

Tres días después de que sorprendiera a propios y extraños con la mayor remodelación de su Gobierno desde que llegó al poder, el secretario general de los socialistas ha aparecido ante el Comité Federal convencido de que el PSOE puede reconquistar la confianza de los electores en las sucesivas citas con las urnas.Zapatero ha llamado al PSOE a movilizarse con "fuerza", "apoyo" y "cohesión". "Sé que queríais impulso e iniciativa, he hecho todo el esfuerzo para que lo tengáis y, como siempre, he tenido un apoyo leal y generoso de los compañeros. Ahora os veo más motivados, por lo que ahora sé que el apoyo y la fuerza va a ser aún mayor".

"Nueva agenda social"

El jefe del Ejecutivo ha adelantado que una de las tareas del nuevo equipo será poner en marcha "una nueva agenda social" que supondrá "una profunda renovación de algunos pilares del Estado del bienestar" para adecuarlo a la salida de la crisis. "Vamos a hacer una nueva agenda social que actúe directamente a favor de los parados de la larga duración, en la formación y en las políticas de familia para favorecer la conciliación como un camino imprescindible para la incorporación al empleo de las mujeres", ha señalado. El presidente ha subrayado ante su partido que su decisión de "fortalecer políticamente" al Gobierno pretende hacer "un esfuerzo" para que la mayoría de la sociedad "comparta" con los socialistas la necesidad de las reformas y "el camino correcto" para hacerlas porque "si la sociedad interioriza las reformas y las hace suyas éstas serán más sólidas".

Zapatero, que agradecido su dedicación y entrega, uno a uno, a todos los ministros salientes, ha vuelto a dejar claro que agotará la legislatura y ha cargado contra el PP y su presidente, Mariano Rajoy, por no tener más propuesta que pedir elecciones anticipadas: "En esta tarea Rajoy se ha puesto de perfil, es su forma de hacer política, ponerse de perfil y un líder político que se pone de perfil es que no tiene perfil de líder político".

Los barones más críticos

La reunión, que tenía como objetivo ratificar a los cabezas de lista para las autonómicas y municipales, ha servido para aprobar, de forma oficial, el nombramiento del presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, como nuevo 'número dos' del partido. Iglesias combinará el trabajo orgánico en el PSOE con la Presidencia de Aragón, que abandonará tras los comicios autonómicos de mayo. Su carácter dialogante será una herramienta fundamental en el trato con los 'barones' socialistas, punto débil de Pajín, y en la futura elaboración de las candidaturas completas para las autonómicas y municipales.

En estos días el baile de nombres en los ministerios ha conseguido que los socialistas olviden momentáneamente las aciagas encuestas electorales y nadie discute ahora si Zapatero debe repetir como candidato. Ayer mismo, en su estreno como portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalca aparcó esta cuestión. De ahí que no se espere ninguna voz crítica en la reunión, aunque algunos dirigentes, como el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dicho que hay "muchas" cosas del nuevo Gobierno que le gustan y otras que le gustan "menos", algo que concretará "donde hay que hacerlo", en el Comité Federal.

Estaba por ver si el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, veía con buenos ojos el "cambio de rumbo" que ha ejecutado Zapatero para no ir a la "catástrofe electoral" que el dirigente castellano-manchego auguró hace unas semanas.

Las dudas las ha despejado a la entrada de la reunión al asegurar que ha habido que hacer "un cambio de rumbo" para "cruzar bien" porque "cruzábamos mal". Una declaraciones que hacía a los numerosos periodistas que, a las puertas de Ferraz, observaban cómo el presidente autonómico daba un pequeño rodeo para cruzar la calle por el semáforo. "Lógicamente esos cambios han supuesto una inflexión muy importante y el comienzo de una verdadera ofensiva que va a suponer la recuperación de posiciones políticas y electorales. No me cabe ninguna duda", ha apostillado.