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Las dirigentes del PP censuran las «groserías» del alcalde de Valladolid mientras Rajoy calla
Rubalcaba enfada a los populares al decir que las expresiones machistas están en «la genética» del partido conservador
MADRID. Actualizado: GuardarLa polémica desatada por los comentarios sexistas que el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, dirigió el jueves contra la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín, alcanzó ayer su apogeo. Los reproches y censuras contra De la Riva partieron de todos los partidos, organizaciones sociales e instituciones y también tuvo que escuchar cómo relevantes miembros de su propia formación, el PP, aunque con 24 horas de retraso, descalificaban con dureza sus palabras, de forma especial la frase de que «cada vez que le veo la cara y esos morritos pienso lo mismo».
Las dirigentes populares fueron duras en sus críticas al alcalde, pero, como él, pretendieron dar por zanjado el incidente tras destacar que De la Riva ha rectificado y pedido disculpas por sus «desafortunadas» palabras. Eso sí, ninguna quiso hablar de responsabilidades disciplinarias o políticas y el presidente del PP de Valladolid, Ramiro Ruiz, dejó claro que no habría sanción interna para el regidor. El presidente de los populares, Mariano Rajoy, como desde hace meses hace con el resto de asuntos vidriosos que afectan a su formación, guardó silencio.
Dolores de Cospedal, la secretaria general, tildó de «lamentables» las afirmaciones del alcalde; Ana Mato, responsable de Organización, dijo que eran «una grosería impresentable»; y Alicia Sánchez Camacho, la presidente del PP catalán, calificó la polémica expresión de «inaceptable». Mucho más templadas fueron la presidenta madrileña Esperanza Aguirre y la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, que vieron los comentarios de De la Riva más bien como «equivocado» o «desafortunado», pero no quisieron hacer más sangre.
A la Fiscalía
Su opinión difirió de la del PSOE, IU, asociaciones de mujeres y de los sindicatos UGT y CC OO, que consideran que el alcalde vallisoletano, tras sus descalificaciones personales y sexistas, no tiene más salida digna que la dimisión. De la Riva no dio ayer muestra alguna de ir a seguir ese camino, dijo que pretendía «pasar página» y se limitó a explicar que había tratado de contactar por teléfono con Pajín de forma reiterada para pedirle perdón, pero que no se había puesto al teléfono.
Los socialistas, a través de su secretario general de Castilla y León, Óscar López, han adelantado que no van a permitir que el episodio «quede impune» y van a presentar mociones de reprobación en ayuntamientos, comunidades autónomas, en la federación de municipios y quizás también en el Parlamento nacional. IU de Valladolid fue más lejos y anunció que piensa remitir las palabras del alcalde a la Fiscalía para que compruebe si ha incurren en algún hecho delictivo.
Uno de las reacciones más duras fue la del nuevo vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, que tildó las palabras de «repulsivas» y extendió el mal a todo el PP al afirmar que otros dirigentes de esta formación, incluido Rajoy, han protagonizado en el pasado episodios similares, «insoportablemente machistas y sexistas». En su opinión, «hay algo en la genética del PP» que «rechina» con la lucha por la igualdad. Cospedal contestó a Rubalcaba que en los genes del PP está la defensa de la libertad y a quien se le debía «caer la cara de vergüenza» es al PSOE, que ha tenido que suprimir el Ministerio de Igualdad porque era «un oprobio para las mujeres».