¿La maldición de Casas Viejas?
BIÓGRAFO E HISTORIADORActualizado:La historia aquella del hotel que querían denominar 'La Libertaria' removió las aguas, tanto del pueblo como de fuera, en lo que respecta a los Sucesos de Casas Viejas. Uno de esos temas tabúes de vecinos y políticos. Durante los años siguientes se realizaron diversas actuaciones y se pusieron en marcha otras. Algunas de ellas protagonizadas por las autoridades que nunca habían mostrado un especial interés en el asunto y siempre han actuado a remolque o cuando no les quedaba más remedio. Dos de ellas fueron la creación de la Fundación Casas Viejas y la tramitación del expediente para la declaración de los lugares más significativos donde ocurrió la tragedia como Bien de Interés Cultural (BIC). Ni el primero -en el que están implicados Ayuntamiento y Diputación- ni el segundo -iniciativa de la administración regional a sugerencia de la Asociación de Abogados Progresistas respaldada por diversos colectivos- están teniendo suerte. Más bien son una muestra más tanto de esa falta de interés señalada como de intereses inexplicables para el común de los mortales.
La Fundación es poco más que una página web -inactiva hace meses- y la entidad formalmente encargada de llevar adelante los actos que se celebran cada enero. De sus proyectos apenas queda el destrozo realizado en lo que se supone que es el solar de la choza de 'Seisdedos'. Un esperpento, cuyo coste ignoramos, que permanece semi abandonado e inaccesible. Además de haber modificado sustancialmente un espacio afectado directamente, y de forma principal, por el expediente de declaración de BIC señalado ya en curso. El segundo remacha el clavo de la incapacidad en lo que respecta a este asunto. Publicada en julio de 2009 la orden pertinente en el BOJA, realizado el expediente de forma satisfactoria, cumplimentadas las alegaciones presentadas y, una vez terminado, al parecer con gran satisfacción de autores y responsables de la delegación y consejería de Cultura, llevado a la preceptiva firma del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía para su publicación e incorporación definitiva al Catálogo de Bienes Históricos de Andalucía, allí es arrojado al cajón hasta que pasan los plazos pertinentes para decretar su muerte. ¿O no ha sido así como ha sucedido?
Estamos pues ante una decisión política, tomada en las más altas instancias de la gobernación andaluza, cuyos motivos pertenecen al arcano de los iniciados en las covachuelas del poder. Un cajonazo que echa una paletada de tierra más, a modo de fosa común, sobre las buenas intenciones, raramente demostradas, respecto a este asunto.
¿Cómo son posibles y por qué caminos se ha llegado a estos dos desastres? Como decía Pepe Isbert desde el balcón del Ayuntamiento de Villar del Río, las administraciones deben una explicación y la tienen que dar. Si el Ayuntamiento de Benalup-Casas Viejas recuperó con dinero público el solar y dinero público ha sido el que ha costeado la obra en él realizada no puede continuar en su actual situación de dejadez e inaccesibilidad. También quienes tengan que darla, deben explicar las causas de por qué se ha dejado caducar el expediente sin resolverlo.
Todo en la vida tiene solución, si se quiere, salvo lo que nos iguala definitivamente. La desafortunada intervención en el solar puede ser revisada, adecentada y puesta inmediatamente a disposición del público. La cercanía de las conmemoraciones del próximo enero lo facilita. Respecto al BIC, la ley de patrimonio dice que hasta pasado tres años no puede volverse a iniciar ninguna actuación nueva. Bueno. salvo si dos de las entidades consultivas reconocidas por la legislación lo solicitan -por ejemplo universidades y academias- o si alguno de los directamente atañidos por el asunto lo piden. En este caso, particulares, ayuntamiento, propietario del solar, y productora televisiva dueña de la grabación completa -el «bruto» que le dicen- de la entrevista que realizó a Catalina Silva hace unos años. Algunos de los bienes que iban a ser declarados de interés cultural.
De nuevo uno quiere pensar que ambas cuestiones se pueden reconducir. Aunque levante sonrisas y te llamen ingenuo. Todos tenemos la palabra y la posibilidad de actuar.