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Mariano Rajoy. :: AFP
ESPAÑA

El PP no varía su estrategia porque «lleva mucha ventaja»

Pons considera que el Ejecutivo es «un comité de campaña electoral» y califica a Rubalcaba como el «del fin» del proyecto del PSOE

ANTONIO MONTILLA
MADRID.Actualizado:

El PP no se da por aludido con la crisis de Gobierno acometida por José Luis Rodríguez Zapatero. La formación que dirige Mariano Rajoy mantendrá la misma estrategia que le ha permitido situarse a 14 puntos de distancia del PSOE, según algunas encuestas.

Fuentes de la dirección nacional del PP argumentan que su acción política no la marca el Ejecutivo sino «las necesidades de los ciudadanos». El hecho de que el presidente haya relevado a seis ministros «no solucionan los problemas de los españoles», declaró ayer a este periódico Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación de los populares. «(Alfredo Pérez) Rubalcaba no va a crear cuatro millones y medios de puestos de trabajo», remachó.

Hay voces internas que piden a la dirección nacional que «refuerce» algunas portavocías para poder competir con el mayor perfil político y dotes comunicativas que atesoran los nuevos miembros del Ejecutivo. Pero Pons recurrió a un símil futbolístico para explicar la opinión de la cúpula popular al respecto: «Los equipos de fútbol que juegan bien y llevan la suficiente ventaja dependen de sí mismos y no están pendientes de los resultados de otros equipos».

¿Y cuál es esa táctica? «Hacer bien las cosas y continuar en contacto con los españoles para buscar soluciones a sus problemas reales sin distraernos en otras cuestionen que no importan a la ciudadanía», respondió González Pons.

En la dirección nacional del PP están cansados de la, a su juicio, «imagen irreal» de un Mariano Rajoy indolente a la espera de que la crisis se trague a Zapatero. Como ejemplo ponen las más de setenta enmiendas que el PP ha presentado a los Presupuestos Generales del Estado para 2011 en las que se constata la «alternativa económica» del partido y que fueron rechazadas en su totalidad por el grupo socialista.

González Pons, parafraseando a Lampedusa, autor del 'Gatopardo', aseguró que el líder socialista «ha cambiado todo para que nada cambie». El responsable de Comunicación del PP ironiza sobre la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba, al que todos los medios de comunicación de España han coincidido en señalar como el nuevo hombre fuerte del Ejecutivo, al que definió como el «enterrador del proyecto político socialista» y vaticinó «que será el que apague la luz de la Moncloa» cuando se vaya Zapatero en 2012, «lo mismo que hizo con Felipe González en 1996».

Tampoco lo ve como futuro candidato del PSOE, sino como el 'fontanero' que va a preparar el terreno «para Zapatero o para Carme Chacón». «Se le está presentando (a Rubalcaba) como el delfín, pero va a ser el del fin» del Gobierno socialista, bromeó.

Todos los populares que se pronunciaron ayer sobre la crisis gubernamental de José Luis Rodríguez Zapateroecharon mano del argumentario oficial que la dirección del partido distribuyó entre sus dirigentes. «Un gobierno retro que vira hacia el felipismo»; «el PSOE no tiene banquillo»; «tras el cambio sigue el mismo equipo económico que ha metido a España en la crisis» o que el «el auténtico gobierno nuevo será el que presida Mariano Rajoy» son alguna de estas consideraciones.

Igual de malo

Sin embargo, una televisión cazó el miércoles a Dolores de Cospedal y Javier Arenas de charla en el Senado sobre el nuevo Ejecutivo. Ambos llegaron a la conclusión de que tiene «mayor proyección pública». Los dos protagonistas matizaron ayer que el Ejecutivo socialista «es tan malo como el anterior» porque lo preside Zapatero.

El PP, a su vez, tiene pendiente una convención nacional para refrendar a Mariano Rajoy como cabeza de lista para las elecciones generales de 2012. Este cónclave tendría que celebrarse durante este año, como acordó el decisivo congreso popular de Valencia de 2008 -donde Rajoy refrendó su liderazgo, por entonces en peligro-. Varios miembros de la dirección nacional, sin embargo, anunciaron en septiembre que es posible que se posponga hasta después de las autonómicas, con la idea de que se convierta -tras el presumible éxito que le auguran las encuestas en los comicios locales y regionales de 2011- en la gran plataforma de lanzamiento del mandatario popular hacía La Moncloa. Tras los últimos movimientos de Zapatero no se descarta adelantar esta importante cita interna.