Los empresarios quieren la ampliación del incumplimiento del convenio colectivo

La posibilidad de eludir el cumplimiento del convenio colectivo en el capítulo salarial se debería extender al resto de las condiciones suscritas. Esta es una de las propuestas que ha realizado la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a UGT y CC OO para modernizar las relaciones laborales entre empleadores y empleados. Algunas asociaciones de la patronal, como Confemetal, ya lo habían pedido a los grupos parlamentarios durante la tramitación de la polémica reforma laboral. Las denominadas cláusulas de descuelgue (fórmulas que permiten variar el pacto salarial de un convenio para salvar la empresa) tienen su origen en el Estatuto de los Trabajadores y son una estrategia habitual e histórica en la negociación colectiva, que con la crisis adquirió relevancia, puesto que es una manera de que las compañías se blinden ante el declive económico.

La posibilidad de dejar sin vigor otros capítulos ajenos al salarial ya figura en la reforma laboral, que entró en vigor el pasado mes de junio, vía decreto, y se convirtió en ley el 19 de septiembre. La norma deja en manos de un juez la resolución del conflicto en caso de discrepancia entre empresarios y trabajadores. Para CEOE es importante que predomine la decisión empresarial, posición avalada en su día sin éxito por el PP y CiU.

La patronal apuesta por «un descuelgue general de los contenidos del convenio» en función de «las circunstancias de cada empresario proponente y con las consecuencias que se deriven del mismo». La reforma de la negociación colectiva figura en la agenda del nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Y tendrá que cumplirla, puesto que por un lado existe el compromiso de los interlocutores sociales (organizaciones empresariales y sindicales) adquirido a primeros de año de llevarla a cabo y, por otro, la ley de reforma laboral refleja que «en defecto» de acuerdo bipartito, en un plazo de seis meses a contar desde la entrada en vigor de la norma (19 septiembre 2010) el Gobierno adoptará medidas para impulsar los cambios.

CC OO y UGT insisten en que el proceso de reforma de la negociación colectiva va con retraso porque la patronal nunca ha visto con buenos ojos emprender las conversaciones. A juicio sindical, la idea de los empresarios es que cuando el Gobierno impone iniciativas laborales siempre sacan mayor provecho que en el consenso bilateral. Pero ahora, y pese a que el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha tirado la toalla para continuar al frente de la organización y ha convocado elecciones, la patronal ha presentado una propuesta. La última enviada por las centrales tiene fecha de 2 de julio.

El documento de la CEOE recoge también una de las demandas históricas de los empresarios, conocida con el término de 'ultractividad', consistente en que cuando un convenio venza su contenido quede sin valor. La patronal advierte igualmente que la prolongación de un convenio más allá de su fecha de caducidad supone «fosilizar la negociación colectiva» y denuncia que la extensión de su aplicación a veces se utiliza para «intereses ajenos a los establecidos» en el Estatuto de los Trabajadores.

Por su parte, CC OO y UGT no quieren ni oír hablar de la presencia del Gobierno en la reforma de la negociación colectiva. Reafirman que se trata de un proceso de «carácter bipartito» e instan a la patronal a iniciarla de inmediato. Ambas centrales se congratulan porque CEOE les ha remitido su propuesta, si bien dejan claro que el envío se produce después de la insistencia sindical. Los dos sindicatos exigen que se establezca un calendario de reuniones que despeje los interrogantes existentes sobre la voluntad negociadora de las partes.

CC OO y UGT indican que los cambios deben ir encaminados a una mejor vertebración y articulación de la negociación colectiva y a potenciar su papel como procedimiento de fijación de condiciones laborales y de determinación de políticas de empleo. Recuerdan, asimismo, que la existencia de los convenios colectivos permite mejorar la productividad, crear más empleos y adaptar las relaciones laborales a las necesidades de una empresa.