Siempre Raúl

Unas fuentes le atribuían 68 goles y otras, 69, pero todas daban por hecho que, con sus dos tantos al Hapoel de Tel Aviv, Raúl había igualado al alemán Gerd Müller y al italiano Filippo Inzaghi al frente de la tabla de máximos artilleros en competiciones europeas. Como casi siempre suele ocurrir con las estadísticas goleadoras, las cifras bailaban. Ayer, la UEFA despejó las dudas al designar al '7' madrileño como cabeza de lista. Y se olvidaba del 'Torpedo' teutón porque parte de sus goles los firmó en la antigua Copa de Ferias, competición no incluida en las estadísticas oficiales del organismo presidido por el francés Michel Platini.

Raúl es insaciable. Su ambición es ilimitada. Pudo mantenerse como un jubilado de oro en el Real Madrid pero no soporta ser actor secundario. Pudo emigrar a algún destino exótico, país paradisiaco o hacer las Américas, pero no le motivaba. La 'Premier' llamó a su puerta y hasta el Liverpool le tentó. Prefirió a los 'mineros' de Gelsenkirchen porque, sencillamente, con el Schalke 04 podía disputar la Liga de Campeones, su competición bandera. A la espera de un homenaje en La Castellana, el madrileño aceptó el proyecto de Félix Magath por seguir en el mejor escaparate.

Tres lustros marcando

Dos buenos tantos, uno con cada pierna, provocaron el delirio en el Arena AufSchalke. Eran los primeros goles europeos de Raúl con su nuevo club, cerca de octavos de final pero, de momento, peleando por la permanencia en la Bundesliga, a la espera de un choque clave ante el Eintracht de Francfort. Raúl nunca ha dejado de marcar en cada una de las ediciones de la 'Champions' disputadas, otro récord. Comenzó hace quince años, con un 'hat trick' ante el Ferencvaros, y no anotaba desde hace casi un año, cuando batió a Dida para poner el 1-0 provisional ante el Milan. Fue una de sus últimas citas como titular para Pellegrini. «Nunca me hubiera imaginado marcar tantos goles en una competición así, e incluso para mí esto es algo realmente especial. Logré tres títulos de la máxima competición con el Real Madrid, pero es un día grande ya que me he estrenado en Europa con el Schalke», explicaba tras el partido.

Abrió el marcador muy pronto, al aprovechar un pase de Jurado al hueco y un movimiento excelente de Huntelaar, que dejó pasar el balón entre sus piernas antes de que Raúl batiera al nigeriano Enyeama.

Ha perdido velocidad pero no esa inteligencia para acabar las jugadas. El tanto de la tranquilidad, lo firmó casi a la hora de juego y con la derecha. Con su olfato característico y sabiendo jugar al límite del fuera de juego, otra virtud de toda su carrera. No era un gol más. Besaba su anillo. Sabía que agrandaba su leyenda, huérfana de la Eurocopa, el Mundial y el 'Balón de Oro'.