De profesión, ‘rompeparejas’

¿Considera que la pareja de su hija no es la adecuada? ¿Cree que su retoño se va a casar con alguien que le da mala espina? Pascal Chaumeil se plantea estas dudas y sus soluciones en Los seductores, su primera película como director y que ha arrasado en taquilla en Francia. La película está protagonizada por Vanessa Paradis, que ha vuelto estos dos últimos años al cine, y Romain Duris, dos de los rostros más conocidos en el país vecino. La película se estrena hoy en España.

Los seductores comienzan cuando un padre rico y protector de su hija Juliette (Vanessa Paradise) decide contratar a una empresa que se dedica a romper parejas. Su hija, adoradora del lujo, altiva, inteligente y apasionada por Desayuno con diamantes y Dirty Dancing se ha enamorado de un tipo al que su progenitor no puede ver. Alex Lippi (Romain Duris) dirige esta peculiar sociedad junto a su hermana. Utilizan cualquier tipo de medios, como el espionaje, las escuchas telefónicas, usar una identidad falsa o utilizar una sonrisa irresistible, sin embargo, Alex se rige por dos normas: nunca separar una pareja estable y no enamorarse jamás pero Alex descubrirá durante los diez días que estará con Juliette que mantener estas dos reglas es bastante complicado.

Además de la premisa amorosa. el director consideró que su película no es del todo políticamente correcta “Podría decirse que hay una pequeña critica social ya que se puede leerse un choque de clases. La película enseña que hay que seguir la intuición e ignorar las convenciones sociales”, ha apuntado el realizador. Chaumeil, que durante muchos años fue colaborador de Luc Besson, trabajó de forma intensa en el guión con Laurent Zeitoun durante el otoño del dos mil ocho.

Más fácil fue la elección de los actores Chaumeil tenía claro a quién quería. “La lista de actrices capaces de encarnar a Juliete era escasa. Vanessa fue la primera en leer el guión y le encantó. Ha sabido comunicarle esa mezcla que tiene ella de misterio, fuerza y fragilidad”, ha dicho sobre el icono francés. Empero, la actriz tenía un miedo: “Tiene muchas ganas de hacer las cosas bien y tenía miedo de no ser lo suficientemente graciosa, de no estar a la altura de los demás”. En cuanto a Duris, al cineasta le atrajo, su naturaleza glamurosa: “Pocos actores de su generación tienen tanto carisma como Romain”.

No obstante, ha confesado que, a pesar de sus virtudes, le costó convencerle por su tardanza en elegir sus papeles. “Tenía miedo de que hiciéramos una comedia un poco grosera, por lo que incluso se llegó a reescribir partes del guión para que diera la confirmación”, ha añadido el director.